La banca griega reabre y el país devuelve 6.200 millones a BCE y FMI
La CE confirma que ha desembolsado a Grecia 7.160 millones de ayuda urgente
Centenares de ciudadanos griegos respiraron ayer algo aliviados: al fin pudieron entrar en los bancos. Sin embargo, no pudieron retirar de sus cuentas tanto dinero como quisieran: se mantienen los límites y el control de capitales. El cierre ha durado tres semanas, de hecho un plazo suficiente como para colocar al país, y a su Gobierno, en una situación desconcertante. Las condiciones que les envuelven siguen siendo draconianas.
“Ahí tienen, también pueden llevarse mi americana”, cuentan que les voceó Alexis Tsipras a los primeros ministros de la eurozona la semana pasada, en la última fase de la negociación del acuerdo.
Lo cierto es que el asunto quedó resuelto en aquel momento, patada adelante incluida. Pero las condiciones en que se había desarrollado aquella escena han dejado al Gobierno de Syriza en una posición incómoda: Atenas ha tenido que subir determinados impuestos y revisar las pensiones para recibir la ayuda de emergencia de la Comisión Europea (CE).
Y ahí se esconde una contradicción. En realidad, buena parte de la ayuda de emergencia se ha esfumado en un santiamén: la CE le ha pagado 7.160 millones, pero Grecia ya ha tenido que destinar 4.200 millones al Banco Central Europeo (BCE) y otros 2.000 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI). Le quedan 960 millones. Y vuelta a empezar... Múltiples expertos ya recuerdan que Atenas no va a disponer de margen de manio- bra ante los inminentes nuevos vencimientos de deuda. ¿Cómo va a afrontar los vencimientos del próximo agosto?, se preguntan. Sólo hay una fórmula: el tercer rescate debe firmarse lo más rápido posible. Y ante esa realidad, Grecia no tiene escapatoria. De nuevo, todo regresa a la casilla de salida.
“El tema de Grecia se ha apañado. En realidad, yo diría que se ha solucionado temporalmente –dice Natalia Aguirre, analista de Renta 4–. Sin embargo, los riesgos siguen estando ahí. La canciller Angela Merkel se ha limitado a hablar de un alivio financiero, siempre y cuando Grecia haga los deberes...”.
El alivio, de alguna manera, lo están viviendo los ciudadanos griegos. Al menos, en el plazo más corto. Los bancos reabrieron sus puertas ayer, y el corralito ha cobrado una nueva forma. Sigue en pie el límite de 60 euros diarios, aunque
“Lo que hemos visto no es más que un apaño, una solución temporal”, insiste una analista de Renta 4
las autoridades han permitido que los particulares puedan retirar 300 euros semanales de un tirón (y 420 euros a partir de la semana que viene), evitándoles así la urgencia de acudir diariamente al cajero automático. El dinero circula ahora con una fluidez superior.
Sin embargo, otros mecanismos más dolorosos han entrado en funcionamiento: el Gobierno ya ha empezado a aplicar la subida del IVA. La tasa ha pasado del 13% al 23% para un buen abanico de productos básicos, como determinados alimentos, el aceite de cocina, el té o los preservativos, y también se ha elevado en el caso de restaurantes, cafeterías, billetes de tren o escuelas de idiomas.
Despachados esos asuntos, los negociadores discuten ahora acerca del tercer rescate. Las primeras conversaciones se celebraron el pasado domingo, admitieron fuentes comunitarias. “Estamos trabajando para completar el Memorando de Entendimiento ( Memorial of Undestanding, MoU) del nuevo programa”, dijo Margaritis Schinas, el portavoz comunitario. “Los preparativos están en marcha”.
De fondo, asoma la reestructuración de la deuda. Los analistas hablan de reducir los tipos de interés de la deuda o de alargar los vencimientos. Por ahora, el Gobierno de Merkel no quiere ni hablar.