La independencia femenina
Las mujeres muestran un menor apoyo que los hombres a la ruptura de Catalunya con España
Una de las paradojas del proceso soberanista reside en el contraste entre el destacado papel de algunas mujeres (como Carme Forcadell o Muriel Casals) en la movilización del independentismo civil, y el menor apoyo a la independencia que detectan los sondeos entre el sexo femenino. De hecho, las encuestas ya habían venido reflejando históricamente un menor respaldo de la mujer a las formaciones explícitamente independentistas, pero esa correlación desigual se expresa hoy con absoluta nitidez frente al dilema de la ruptura con España.
En lo que respecta a las menores simpatías del género femenino hacia las formaciones independentistas, el caso de ERC es paradigmático. Ni siquiera la eclosión de los republicanos en las elecciones catalanas del 2003 y su participación en el gobierno tripartito modificaron esa correlación asimétrica. A mediados de la década pasada, por ejemplo, la diferencia entre los apoyos masculinos y femeninos a Esquerra oscilaba entre cinco y siete puntos en intención di- recta de voto (del 13% entre los hombres y del 6% al 8% entre las mujeres).
Ya posteriormente, y tras la conversión del independentismo en un fenómeno de dimensiones políticas y sociales inéditas, esa pauta de comportamiento por géneros se mantuvo ante Esquerra (con casi cuatro puntos de ventaja entre los hombres), se expresó en la emergente CUP (cuya intención de voto masculina duplicaba la femenina) y se trasladó en cierta medida a la CiU soberanista del otoño del 2012 (con un diferencial que rozaba los 3,5 puntos). Y a día de hoy, esa correlación desigual (de entre tres y cuatro puntos de ventaja entre el género masculino) se mantiene entre los votantes de Esquerra o la CUP, tanto en los sondeos públicos (CEO) como privados (Feedback).
Sin embargo, el dato incontestable que desmiente cualquier posibilidad de una desviación puntual o de un sesgo causado por las limitadas magnitudes de las submuestras, reside en las series históricas sobre la independencia, ya que su universo es amplio y la pauta de la asimetría entre géneros se repite una y otra vez. Y lo hace desde el momento en que el independentismo inició su despegue.
Así, ya antes de la gigantesca manifestación del 11-S del 2012, en el primer cuatrimestre de ese mismo año, la diferencia en el apoyo a la independencia era de ocho puntos entre hombres (49%) y mujeres (41%). Y cuando en el otoño del 2012 el respaldo a la secesión se disparó por encima del 50% (concretamente hasta un 57%), el dife- LA ÚNICA SALIDA ES PLANTEAR LA INDEPENDENCIA DE CATALUNYA DEL RESTO DE ESPAÑA
Hombres
A FAVOR DE LA INDEPENDENCIA
Hombres
El respaldo entre los hombres a la secesión ha superado hasta en 8 puntos al de las mujeres
rencial entre sexos apenas modificó sus proporciones (60% entre los hombres y 54% entre las mujeres).
El reflujo que desde entonces ha venido sufriendo el independentismo no ha afectado más que coyunturalmente a esa correlación asimétrica entre sexos: ocho puntos en la primavera del 2013, apenas dos en el otoño del 2013, pero cinco en octubre del 2014 (en coincidencia con la consulta del 9-N) y un diferencial similar a lo largo del presente 2015. La última encuesta de Feedback para La Vanguardia reflejaba una ventaja del sí a la independencia superior a cuatro puntos entre los hombres frente a las mujeres.
Parece evidente, por tanto, que las mujeres como grupo social apoyan menos el independentismo que los hombres. Y no se trata de una casualidad en el ámbito demoscópico, ya que esa pauta se re- produce a lo largo del tiempo y se extiende incluso al voto a los partidos soberanistas tradicionales. En cuanto a las razones, los sondeos no las reflejan. Caben distintas hipótesis, a medio camino entre los tópicos y las certezas: ¿Son las mujeres más juiciosas y prudentes? ¿O simplemente son más conservadoras? ¿Quizás la mayor inteligencia emocional que les atribuyen los estudios científicos explica que descubran antes que los hombres las dificultades o la imposibilidad de un determinado objetivo? El misterio como género.