Fabio Aru
GANADOR DE LA VUELTA A ESPAÑA
El ciclista italiano Fabio Aru (25 años) se proclamó ganador de la Vuelta y consiguió así su primera grande. Aru logró el triunfo final tras haberse encaramado al liderato el pasado sábado con la ayuda de su equipo, el Astaná.
“I campioni siamo noi”, proclamaba La Gazzetta dello Sport en su edición de ayer para celebrar las victorias de Flavia Pennetta en el Open USA y de Fabio Aru en la Vuelta Ciclista a España. Dos campeones de futuro distinto porque mientras la tenista de Brindisi, de 33 años, se dispone a retirarse tras su primer grande, en el caso de Aru, de apenas 25, se trata de un deportista que mantiene una progresión constante que vislumbra ya en el horizonte una larga serie de retos apasionantes.
Aru se convirtió ayer en el sexto ganador italiano de la ronda española, una carrera que tradicionalmente no ha sonreído a los ciclistas transalpinos (a menudo por una evidente incompatibilidad de calendarios). Pero sólo Conterno (1956), Gimondi (68), Battaglin (81), Giovanetti (90) y Nibali (2010) habían ganado la Vuelta antes de la confirmación de este joven sardo que brilla en la montaña y, como mínimo, no se hunde en la contrarreloj.
En una Vuelta que perdió por el camino algunos de sus cabezas de cartel más relevantes (el propio Nibali, pero también Chris Frome) se ha confirmado Fabio Aru (ya lleva tres podios y un quinto puesto en cinco grandes vueltas) y se ha revelado el holandés Tom Dumoulin, que tuvo el triunfo a su alcance hasta que sucumbió en la sierra madrileña. “Esto me hará mentalmente más fuerte”, declaraba ayer en Madrid. Y reconocía, que, a pesar de la decepción final, su actuación en la Vuelta “probablemente me cambiará la vida”.
Si Dumoulin lo ve así, qué no dirá Aru, que se ha ganado los galones en el Astaná y queda a la expectativa de lo que su equipo decida de cara a la próxima temporada. “En unos pocos meses definiremos objetivos y sabré si, por fin, voy a debutar en el Tour”, explica. No se entendería que el Astaná siguiera manteniéndolo en la recámara.
El podio final de la carrera lo completaron el veteranísimo Joaquim Rodríguez y el polaco Rafal Majka. A sus 36 años Purito ha conseguido acabar entre los tres mejores de una grande por cuarta vez. Ya ha pisado el podio de la Vuelta, del Giro y del Tour. Ahí es nada. Ha disputado 23 grandes. “Si me lo dicen cuando empecé, en el Once de Manolo Saiz, no me lo habría creído”, reconoce. “¿Mi secreto en esta Vuelta? Creo que no me lo he creído en ningún momento. Iba líder y era como si no estuviera aquí. No he sufrido el menor estrés”, dice el campeón de Parets del Vallès.
Joaquim Rodríguez sí padeció un último revés en la etapa final, porque Alejandro Valverde le arrebató la camiseta verde de la regularidad. El murciano aprovechó su superioridad en el sprint para entrar en la meta claramente por delante de Purito y situarse al frente de esta clasificación en el último día, ya que la diferencia entre ambos era mínima. “Es lo que hay, mejor no pensarlo”, señaló Rodríguez con cierto enfado. “Es la segunda vez que me lo hace y no me hace ninguna gracia. Para mí, el último día de la Vuelta es de fiesta”. Valverde se limitó a señalar que “era una clasificación importante, la segunda después de la victoria absoluta, y quería conseguirla”.