Almatret, del PP a la AMI
CiU recuperó en mayo la alcaldía del municipio más meridional de Lleida
La revista comarcal Som Garrigues alertaba en su número de octubre del 2014 que todos los pueblos de la comarca disponían de locales y de organización suficiente para que las votaciones del 9-N se desarrollaran con normalidad. ¿Todos? No, todos menos uno: Almatret. El alcalde del municipio más sureño de Lleida, Jesús Quiroga, militante del Partido Popular, se resistía a ceder ningún local municipal para la consulta. Finalmente, Quiroga optó por delegar la función en la portavoz de CiU, en la oposición. El 9-N, el Sí-Sí en Almatret cosechó el 93 por ciento de los votos. En las pasadas municipales, los electores volvieron a confiar masivamente en el soberanismo y el ayuntamiento volvió a tener mayoría de CiU.
Tan sólo dos meses después, en Madrid, Jesús Quiroga tuvo su momento de gloria y desagravio por parte de su partido. Se plantó en la tribuna y leyó un breve discurso que llamó la atención de los delegados de la convención nacional del Partido Popular. “Soy catalán y del PP. El proceso soberanista provoca tensión y yo siento que no tengo ganas de seguir en la política”, afirmó emocionado, entre aplausos que se tradujeron en ovación cuando Mariano Rajoy se le acercó y le abrazó. “Cuando volví al pueblo muchos me dijeron de todo pero yo siempre he sido así y así quiero seguir”, explicó ayer en Lleida a la salida del mitin electoral que le permitió fotografiarse de nuevo con el presidente del Gobierno.
“Almatret era un municipio con alcalde del PP, pero es que el pueblo no votó al PP, votó a Jesús Quiroga porque lo prefirió antes que a la entonces candidata de CiU”, explica un vecino. El actual alcalde, David Romaní, de CiU, corrobora el dato. “El año 2011 a Jesús lo votaron vecinos que están en las antípodas de su ideario político, pero es que en los pueblos se vota antes a la persona que el partido. Fue la única vez que pasó porque aquí siempre hemos sido mayoritariamente de Convergència i Unió”, afirma. “Jesús es una buena persona, un hombre que se ha implicado, como toda su familia, en los asuntos del pueblo, uno más, como toda su familia. En los pueblos pequeños es así. Uno de sus hijos es ahora concejal con CiU”. El concejal de ERC, Josep Miquel Ballesté, en la oposición, también confirma que “Quiroga inspiraba más confianza que otros, por eso muchos lo votaron aunque en voz alta dijeran lo contrario”.
Jesús Quiroga llegó a Almatret hace ya muchos años y se casó con una vecina del pueblo. Ha sido concejal durante veinte años, pero con 73 años decidió que su carrera política se había terminado. “Estoy muy orgulloso de haber sido alcalde porque me votaron a mí por encima de las siglas y lo hice lo mejor que pude”, explica. El último mandato municipal no fue un camino de rosas precisamente. “El soberanismo divide y lamento que el diálogo se haya vuelto imposible”, añade con cierto pesimismo. “Éramos cuatro en el gobierno y tres en la oposición pero un concejal de los míos se hizo tránsfuga y votaba más con ellos que con nosotros y no pudimos hacer todo lo que nos propusimos”.
Hoy, el ayuntamiento de Almatret ha recuperado para Convergència la alcaldía, pero curiosamente Esther Ballesté, que fue la candidata que perdió en su día la alcaldía frente a Quiroga por quince puntos, sigue en la oposición. Se presentó por ERC y volvió a perder. Almatret ya no es uno de los pocos ayuntamientos catalanes con alcalde del PP y este año ha vuelto al mapa soberanista. En el segundo pleno municipal aprobaron por unanimidad su adhesión a la AMI.
“El pueblo no votó al PP, votó a Quiroga; lo prefirió antes que al candidato de CiU”, explica un vecino