No hay división social
No cesan de llegarnos mensajes de determinados políticos y de sectores mediáticos interesados que pretenden dejar patente que el proceso que se vive en Catalunya está ocasionando una grave división social. Como catalán nacido en Barcelona, por circunstancias de la vida tengo la suerte de relacionarme con gente de muy diversa procedencia y formo parte de distintos grupos de amigos de ideologías de toda índole y en muchos casos antagónicas.
Tales grupos fluyen y persisten con buena armonía a pesar de las diferencias ideológicas y puedo afirmar categóricamente que en el seno de la ciudadanía no existe división social, ya que los debates políticos que se pueden abrir se cierran habitualmente con seny y coherencia porque, en definitiva, lo que priman son las connotaciones de carácter afectivo por encima de cualquier otra consideración.
Esa división que pretenden proyectar sólo se produce en el ámbito parlamentario con algunos discursos y debates altisonantes e incendiarios. Estoy convencido de que de la misma manera que los independentistas hemos aceptado hasta ahora formar parte del Estado español, si, por mayoría, los catalanes deciden que lo mejor es constituir un Estado propio, la mayor parte de los que ahora no son partidarios de la secesión lo aceptarán de manera democrática, la convivencia seguirá siendo óptima, emplearán todas las energías para construir un país mejor y contribuirán de manera capital a que la relación con el resto de los españoles sea lo máximo cordial posible.
JORDI TERRIS
Badalona