MAPA DEL ALMA
Los textos autobiográficos de Stevenson permiten dibujar un mapa de su alma –en el que ensalza, por ejemplo, las virtudes de la infancia– que haría cambiar algunos nombres del archiconocido dibujo que acompaña a La isla del tesoro.
Amor y matrimonio. “Si la gente solo se casara cuando se enamora, la mayor parte moriría célibe y con los que quedaran se compondrían no pocos hogares tumultuosos. El león es el rey de los animales, pero no resulta muy adecuado para tenerlo en casa de mascota. Del mismo modo, me da la impresión de que el amor es una pasión demasiado violenta para hacer de él, en todos los casos, un sentimiento doméstico adecuado. Y como otras excitaciones violentas, saca no solo lo mejor, sino lo peor y lo más mezquino del carácter”.
Ambición. “Los proverbios ensalzan el amilanamiento y la prudencia (...) La mayor parte de nuestra sabiduría de andar por casa se ha compendiado para uso de los mediocres, pues apunta a disuadirles de todo intento ambicioso (...) ¿Cristóbal Colón? Fue el primero en llegar a América, sí, pero visto con la distancia que da el tiempo, como navegante no pudo ser más imprudente”.
Estudiante. Entre los textos desconocidos, destaca la crónica de sus años universitarios. Al observar a sus pares, anota que “ninguno de ellos encuentra deleite alguno en sus estudios: no parece que esta o aquella asignatura despierten ningún amor platónico, ni que iluminen su mirada”.