Mensaje a Colau: “Dialogue”
La oposición en bloque recuerda a la alcaldesa que gobierna en minoría
Ada Colau hubo de escuchar repetidamente dos palabras mientras presidía su primer pleno ordinario del Consistorio barcelonés: minoría y diálogo. El pleno, de escaso contenido ejecutivo, fue aprovechado por la oposición para hacer en sede institucional el balance de los “cien días”. Con diferentes matices, pero sin excepción, todos los grupos de la oposición reclamaron al gobierno de BComú que rectifique, que no tome medidas unilateralmente, que busque acuerdos, que dialogue con otras formaciones. Que, al fin y al cabo, como va a seguir oyendo por mucho tiempo, el de Colau, con 11 concejales, es el gobierno municipal más minoritario habido desde la transición.
La demanda de diálogo va acompañada en dos casos, los de ERC y el PSC, de ofrecimientos indisimulados para que BComú cuente con ellos para pactar en un futuro al menos acuerdos de gobernabilidad estables. Colau y su equipo necesitan ya trabajar un acuerdo lo más amplio posible para aprobar a final de año las ordenanzas fiscales y el presupuesto municipal del 2016.
“Tienen una oportunidad para demostrar su capacidad de diálogo: vienen los presupuestos”, enfatizó el portavoz de ERC, Jordi Coronas, dirigiéndose al gobierno. “Después de cuatro años de minoría (de CiU) el gobierno se ha de entender con los otros grupos y ha de aprobar el presupuesto y el PAM (Programa de Actuación Municipal)”, avisó la socialista Carmen de Andrés. BComú es consciente de que, no ya para el PAM, cuya aprobación se postergó en mandatos anteriores, pero sí para las ordenanzas fiscales y el presupuesto hay que sumar apo- yos y conseguir abstenciones, y que ERC y PSC son sus opciones menos difíciles.
El debate sobre la falta de diálogo vino propiciado por el intento del PP de aprobar una suerte de reprobación de la alcaldesa. Alberto Fernández propuso que el pleno mostrara su “contrariedad” con la actuación del gobierno en los inicios de su mandato, dejando intentos de reprobaciones más contundentes para ocasiones venideras. No prosperó porque esa “contrariedad” solo la compartieron en su letra CiU y C’s. El grupo de gobierno votó lógicamente en contra, como hicieron ERC y la CUP (sobre todo por tratarse de una iniciativa del PP) y el PSC se abstuvo para “dar margen” de corregirse al gobierno.
DECORO INSTITUCIONAL Trias exige a la alcaldesa que ejerza su autoridad y aplique el reglamento
PRESUPUESTO ERC y PSC, posibles aliados futuros, dan más margen al equipo de gobierno
En el debate sobre los cien primeros días se reprocharon a BComú actitudes teatrales desgobierno, falta de decisión e iniciativa, desprecio de acuerdos mayoritarios, pérdida de oportunidades... y más concretamente la moratoria turística (el PSC pidió otra vez, sin éxito, que se flexibilice), los aplazamientos en desplegar la red de bus ortogonal, en el plan de ordenación de la Rambla, la renuncia inicial a los Juegos Olímpicos de invierno, el top manta, el descarte de la pista de hielo en la plaza Catalunya... Incluso en iniciativas como el plan de acogida de refugiados, que contó con el apoyo general de los grupos (aun- que el PP ve electoralismo en su planteamiento), se critica que no se contara de entrada con los otros partidos, que quieren hacer sus aportaciones y piden asegurar la colaboración y coordinación con la Generalitat. Colau dijo que sí, que se contará con las aportaciones de los otros grupos.
Las diferencias marcadas ayer entre los siete grupos municipales no impidieron algunos acuerdos amplios. El más destacado (con la abstención de la CUP) fue el de instar al gobierno municipal a revisar con carácter urgente la tramitación de planes urbanísticos que impliquen nuevas grandes superficies comerciales o su ampliación. La moción presentada por Carina Mejías (Ciutadans)
partía de la aprobación, por silencio administrativo positivo (consumado al final del mandato de CiU) de un nuevo local de H&M en el paseo de Gràcia. CiU y PP disculparon aquel silencio administrativo, recordando que con anteriores gobiernos de izquierda también los hubo, pero no pudieron evitar claras insinuaciones de otros partidos sobre tratos de favor.
La alcaldesa tuvo un corto cara a cara con su predecesor en el cargo, Xavier Trias (CiU), que le rogó que ejerza su autoridad y aplique el reglamento ante “actos “impropios y falta de decoro” de concejales en los plenos y otros espacios institucionales. Trias se refería a la “guerra de banderas” en el balcón municipal el día de la Mercè y a incidentes anteriores en el pleno. “Prefiero ejercer la autoridad que el autoritarismo”, contestó Colau, que se permitió mencionar el “decoro” de Jordi Pujol, Rodrigo Rato o Luis Bárcenas como ejemplo de “conductas infames”. “Aplicar las normas que tenemos no es autoritarismo” le replicó Trias.
Tuvo suerte Colau de que ayer el pleno transcurrió sin incidentes (sólo hubo aplausos, varias veces, desde la tribuna de público). Y eso que, antes del pleno y en el Salo de Cent, dos funcionarios municipales interrumpieron con una pancarta un encuentro de la alcaldesa con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. El pleno aprobó una declaración exigiendo una nueva ley estatal reguladora del derecho a la vivienda. Los funcionarios (en la plaza Sant Jaume se estaban manifestando decenas de ellos) reclaman atrasos salariales derivados de un largo litigio que dura desde el 2007. El pago de atrasos, aún pendiente de resolución judicial, tras varias sentencias favorables a los trabajadores, puede costar unos 60 millones de euros a las arcas municipales, una cantidad que el anterior gobierno ya dejó reservada en previsión de que se tenga que hacer efectiva.
URBANISMO Los proyectos en trámite de grandes superficies serán sometidos a revisión
CONFLICTO Los funcionarios se movilizan en la plaza Sant Jaume por atrasos salariales