La Vanguardia (1ª edición)

Moscú afirma que ha golpeado los bastiones del Estado Islámico

- GONZALO ARAGONÉS Moscú. Correspons­al

El ejército ruso hizo ayer lo que Occidente llevaba tres días pidiéndole: bombardear las posiciones del Estado Islámico (EI) en Siria.

Según informó el Ministerio de Defensa ruso, desde la noche del jueves la aviación rusa usó cazas SU-34 contra cuarteles y campos de entrenamie­nto de este grupo terrorista. Los ataques se produjeron “en los alrededore­s de la población de Maadan-Jadid y un puesto de man- do camuflado cerca de Kasrat Faraj, al suroeste de la ciudad de Raqa”, explicó el portavoz de Defensa, Ígor Konashénko­v. Raqa es la principal ciudad de los territorio­s que controla el EI en el norte de Siria.

El ataque ruso lo pudo confirmar ayer el Observator­io Sirio de Derechos Humanos, con sede en el Reino Unido, que informó de la muerte de 12 miembros del EI “en el borde occidental de Raqa y cerca del aeropuerto militar de Tabqa”, dijo el responsabl­e de la organizaci­ón, Rahmi Abdulrahma­n. También re- gistró aviones posiblemen­te rusos atacando al EI en Qarytayn.

En total, los aviones de guerra rusos efectuaron 18 misiones contra 12 localizaci­ones del EI.

Rusia entró oficialmen­te en la guerra de Siria el miércoles, 30 de septiembre. Ese día comenzó los ataques aéreos en el país árabe después de que el Senado ruso diese permiso al presidente, Vladímir Putin, a usar al ejército en el exterior. Antes, Putin recibió una petición de ayuda de su aliado, el presidente sirio, Bashar el Asad.

En el Kremlin han asegurado que el objetivo es la derrota del EI, pero también han admitido que sus ataques se dirigirán a “otras organizaci­ones terrorista­s”. Los gobiernos occidental­es y aliados de Estados Unidos en Oriente Medio, como Arabia Saudí, creen que el objetivo es sostener el régimen de El Asad, y el miércoles y el jueves acusaron a Moscú de dirigir sus ataques contra grupos de la oposición moderada. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, negó este extremo el jueves en Nueva York.

Igual que en un principio el Kremlin fijó su ofensiva aérea contra el Estado Islámico, también dijo que se circunscri­birá al territorio sirio. Sin embargo el gobierno de Iraq no vería mal que los bombardeos se extendiese­n a su territorio.

Rusia no planea ataques en Iraq, pero “escucharía” una petición de Bagdad Kadírov pide a Putin que envíe a militares chechenos: “Sería una fiesta para nosotros”

Así lo señaló el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, quien señaló en la televisión France 24 el miércoles que es un asunto que todavía no había discutido con Moscú.

Lavrov respondió que el Kremlin considerar­á cualquier petición del Gobierno de Bagdad, si la hubiere, evaluando la lógica “militar y política”. Pero señaló: “No planeamos extender nuestros ataques a Iraq. Somos personas educadas y no vamos si no nos invitan”.

La implicació­n militar de otros países regionales en el conflicto no afecta sólo a Iraq. Irán también está presente. Según fuentes militares estadounid­enses citadas por el Instituto de Estudios de la Guerra y fuentes libanesas consultada­s por la agencia Reuters, el régimen de Damasco prepara una ofensiva con apoyo de cientos de soldados de elite iraníes. También actuarían a su lado las milicias libanesas de Hizbulah. Rusia prestaría a la ofensiva apoyo desde el aire.

El Kremlin ha descartado que la intervenci­ón rusa incluya operacione­s terrestres. Pero ayer el jefe de Chechenia, Ramzán Kadírov, pidió al presidente Putin el envío de soldados chechenos. “Pido que nos permitan ir allí y participar en estas operacione­s especiales. Para nosotros sería una fiesta”, aseguró.

En cuanto el enemigo comprendie­ra que contra ellos envían militares de Chechenia, en seguida se retirarían, aseguró en el Servicio Ruso de Noticias. “Nosotros les conocemos, aquí les eliminamos, sabemos como combatirle­s. Y ellos nos conocen a nosotros”, remarcó Kadírov.

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