Atada al recuerdo de Jackson
LA HIJA DE MICHAEL JACKSON VIVÍA PEGADA A SU PADRE, A QUIEN ADORABA. SU MUERTE, CUANDO ELLA TAN SÓLO TENÍA ONCE AÑOS, SUPUSO UN GOLPE MUY DURO EN SU VIDA
La primera vez que Paris Jackson habló en público, al mundo se le partió el alma. Fue en el funeral de su padre, el inigualable Michael Jackson, y entre sollozos y lágrimas consiguió dedicar unas palabras de amor al hombre al que adoraba. Paris tenía tan solo once años y con la pérdida de su progenitor no sólo se quedaba huérfana a nivel legal, sino que perdía a la mayor de sus inspiraciones y a su referente vital.
Paris nació un 3 de abril de 1998, convirtiéndose así en la segunda hija que el cantante tenía con la enfermera Debbie Rowe. Se crió en el rancho de Neverland, un lugar de ensueño para cualquier niño que a día de hoy es un cementerio de ilusiones del pasado. Como hija de la superestrella que Michael Jackson fue, sus padrinos no podían ser otros que Elizabeth Taylor y Macaulay Culkin. Aquella niña a la que su padre le cubría el rostro para conservar su privacidad, creció sumergida en el mundo mágico que el propio artista diseñó para sí mismo. Despierta, educada, inteligente y algo mandona, la única fémina de la casa tenía enamorado a todo aquel que la conocía.
Los años han pasado y Paris Jackson se ha convertido en una preciosa adolescente que ha intentado llevar una vida lejos de los focos de la fama. A sus diecisiete años, la joven vive aparentemente feliz, rodeada de su familia, sus amigos y su novio, el futbolista Chester Castellaw. Su relación es relatada a través de las redes sociales con innumerables fotografías que reflejan el amor que los jóvenes se profesan, un amor tierno, cómplice y mágico que ha conseguido estabilizar a la hija del rey del pop.
Y es que la descendiente de Michael Jackson ha protagonizado capítulos muy oscuros después de perder a su padre, sentirse perdida y errar en su rumbo. La depresión en la que cayó con tan solo catorce años desencadenó uno de los hechos que podrían haber apagado su vida para siempre. Un intento de suicidio a base de pastillas y de un corte en la muñeca fue la señal de alarma de que Paris no estaba bien. Así que tras un tiempo internada en un centro de Utah donde gracias a tratamientos y terapias logró recuperarse, la pequeña Jackson pudo reiniciar su vida como cualquier chica de su edad.
Pero es que Paris Jackson no es una chica normal, por mucho que ella lo intente. Es deportista, romántica, ama la música y la naturaleza, sí. Utiliza ropa a la moda, tiene pósters de Elvis y de Nirvana en su cuarto, y cambia el color de su pelo cada vez que se le antoja. Sin embargo, su rostro y sus maneras destilan un cierto aire de nostalgia que sólo se explica por la ausencia de un padre único, un padre al que Paris adoraba.
Cuentan quienes conocieron a Michael Jackson, entre ellos el director cinematográfico Marcos Cabotá, que Paris vivía “pegada, literalmente, a su padre”. La última vez que el cineasta mallorquín pudo ver al cantante, la niña se pasó toda la charla agarrada a la pierna de Jackson. Incluso cuando este se levantó de su asiento y se fue, Paris permaneció asida a la extremidad de alguien a quien, tristemente, perdería muy pronto. Y es que, tal y como afirma Cabotá, “Paris era una extensión de Michael”.
Esa unión tan especial que se partió trágicamente con la muerte del artista, dejó un legado en la chica que mucho tiene que ver con el espíritu del cantante de
Thriller. Ama a los animales, le gusta cantar y tocar instrumentos y, sobre todo, busca mejorar el mundo en base al amor. Las redes sociales dejan claro que tras sus enormes ojos verdes y esa preciosa sonrisa, esta joven oculta una enorme sensibilidad. Comprometida en su lucha contra el bullying y las injusticias terrenales, la hija de Jackson comparte escritos en los que defiende la igualdad, el respeto y la tolerancia entre los seres humanos. “Quiérete a ti mismo”, publica en Instagram, una frase que ella misma ha tenido que interiorizar para poder ser feliz.
En el año 2017 está previsto su debut como actriz pero Paris no ansía la fama como muchos pueden adivinar. Sus pensamientos siguen dirigiéndose a las estrellas, como muestra uno de sus últimos escritos: “Sé que estás cuidándome desde el cielo hasta que nos volvamos a ver”. Tal vez ese día, en otra dimensión, Michael Jackson pueda enseñarle los inolvidables pasos del Moonwalk y cumplir así aquella promesa que la pequeña Paris llevará siempre guardada en el corazón.
Paris parece haber recuperado su sonrisa gracias a su nueva pareja, el futbolista Chester Castellaw En mayo del 2017 se prevé que se estrene la película donde Paris Jackson debutará como actriz