Americanos en Barcelona

Paseando por Barcelona con unos amigos de Florida que visitaban la ciudad, me hicieron la observación de que allí no tenían manteros cuando vieron unos cuantos instalados en las aceras de la Rambla, obstruyendo el paso de los cientos de personas que pasan por allí. Me preguntaron si el gobierno municipal lo permitía, cosa que no supe responder, pero me da la sensación de que sí lo permite, de lo contrario los echaría de allí, al igual que te quitan el coche si estás mal aparcado.

El gran número de indigentes con el vaso que van pidiendo por los bares y otros sentados por las aceras, junto a un perrito, también les causaron extrañeza. Por lo visto allí lo tienen solucionado. No pregunté cómo. Quizás sólo es en la zona donde ellos viven. Les recomendé todo lo que podían visitar en los días que permanecerán en Barcelona y que usaran taxi para los desplazamientos, ya que es un absoluto agobio caminar por el centro turístico.

Ahora comprendo a los barceloneses que habitan por esos lares, quejándose de lo insufrible que se hace el día a día. No das un paso sin chocar con alguien.

Por último, también les causó extrañeza ver la cantidad de personas que fuman por la calle, tirando la colilla a tus pies, ya que en su tierra hace años que no lo ven.

Bueno, este planeta es muy diverso y cada país tiene sus pros y sus contras. Estas son solamente unas observaciones de mis amigos, lo mismo que haremos nosotros cuando les visitemos a ellos.

Cuando acaben su periplo turístico, se llevarán el maravilloso recuerdo de los majestuosos edificios y originales parques que visitarán y, cómo no, de la Sagrada Família.

MARÍA ELISA ARAGONÉS DOMÈNECH

Tarragona