El Chéjov irlandés
BRIAN FRIEL (1929-2015) Dramaturgo, autor de ‘El baile de agosto’
Un cariacontecido Liam Neeson, que inició su carrera artística interpretando las obras de Brian Friel, resumió la importancia del escritor: “Era el Chéjov de Irlanda”. Friel fue uno de los dramaturgos más prestigiosos de su generación, al que se recuerda sobre todo por su obra Bailando en Lughnasa, que se llevó al cine con Meryl Streep y que aquí se tituló El baile de agosto.
Aquella obra fue su gran triunfo, le dejó tres premios Tony en 1992 y un aclaparador éxito internacional de público. Sin embargo, Friel, que murió el viernes, a los 86 años, dejó una veintena más de obras que desgranan el laberinto humano, entre el humor y el drama. Tuvo una incuestionable fama en todo el mundo anglosajón, aunque en España no era muy conocido y sus obras se representaron poco. Quizá parte de culpa la tuvo su falso aire localista. Casi siempre situaba sus personajes en un condado ficticio de Irlanda, Ballybeg, que en gaélico quiere decir ciudad pequeña. Sin embargo, el tema que trataba era siempre universal.
“Es un autor que sabe reflexionar sobre las contradicciones del ser humano a través de la vida cotidiana y que es capaz de ver lo extraordinario en la vida ordinaria”, recordaba el director teatral Juan Pastor, que llevó a los escenarios dos de sus obras, Amantes y Bailando en Lughnasa.
Friel nació en Irlanda del Norte, en el seno de una familia muy católica y nacionalista. De hecho, llegó a entrar en el seminario, pero cambió la vocación religiosa por la educación y la escritura. Socarrón siempre y muy reservado en cuanto a su vida, cuando se le preguntaba qué le llevó al teatro respondía: “Ni idea”. ¿Y su obra favorita?: “Ninguna de las mías”.
A finales de los años sesenta había conseguido labrarse ya un nombre como dramaturgo y se instaló con su mujer y sus cinco hijos en la frontera de la República de Irlanda, en el condado de Donegal. En esos años vio la luz Philadelphia, here I come, uno de sus mayores éxitos. Además de sus obras, también adaptó al irlandés piezas de clásicos rusos como Antón Chéjov e Iván Turguénev.
En 1980 se unió al actor Stephen Rea para crear una compañía estable que se dedicaba a llevar el teatro a las pequeñas localidades de Irlanda, un proyecto que se convirtió en todo un éxito.
Luego vino Bailando en Lughnasa, la historia semiautobiográfica de cinco hermanas en un pueblo rural durante el periodo de entreguerras y cuya vida se ve trastocada por un misionero que regresa de África con costumbres paganas. Una especie de versión celta y más ligera de La Casa de Bernarda Alba. Meryl Streep, que protagonizó en 1992 la película, también quiso rendir ayer homenaje a Friel, de quien dijo que era “un profundo humanista y un dramaturgo de gran sensibilidad”.