La Vanguardia (1ª edición)

“Esto va a cambiar seguro”

Luis Enrique no se explica la falta de eficacia rematadora y pide más control a su equipo

- JUAN BAUTISTA MARTÍNEZ Sevilla

Cuanto más sufre el Barcelona en un partido, más tiempo se pasa en el área técnica Luis Enrique. Ayer, el entrenador blaugrana vivió el duelo a pie de campo, casi sin tomarse un respiro, casi sin sentarse junto a su ayudante Juan Carlos Unzue, con el que intercambi­ó conversaci­ones en busca de soluciones. Luis Enrique fue un torbellino de pasiones en la banda y juraba en arameo cuando veía que las ocasiones se sucedían sin que sus delanteros dieran en la diana. En su fuero interno seguro que le preocupa la fragilidad defensiva de su Barça de esta temporada, pero cuando se manifiesta siempre hace hincapié en que en la otra portería sus jugadores no están tan acertados como la pasada campaña. Tras perder en Nervión volvió a incidir en esta circunstan­cia.

“Hemos tenido muchas ocasiones los dos equipos. Es casi increíble que nos vayamos con un solo gol después de ver el balón merodear por la línea de meta. Lo hemos intentado de todas las maneras, sólo felicitar al Sevilla por su esfuerzo y por el resultado”, se arrancó el asturiano.

Además de la falta de eficacia rematadora, Luis Enrique subrayó otra circunstan­cia del juego que no le convenció, el hecho de que el partido fuera de quinta marcha, sin apenas tiempo para la pausa y el temple. “En encuentros de ida y vuelta podemos hacer daño y hemos tenido muchas ocasiones de contragolp­e, pero necesitamo­s un partido de más control. Pero cuan- do el balón llega a nuestros jugadores de arriba, son tan desequilib­rantes que quieren hacer daño. Necesitamo­s generar juego, estas fases de ida y vuelta no son nuestro objetivo”, analizó Lucho, que explicó que volverá a ver el partido con tranquilid­ad para sacar conclusion­es más concretas.

A pesar de perder, Luis Enrique quiso lanzar un mensaje de optimismo de cara al futuro inmediato. Asegura que su plantilla reúne los mimbres necesarios para darle la vuelta a la situación. “El perfil de nuestros jugadores es de máximo nivel. No estamos en nuestros mejores números ni de lejos en cuanto a eficacia pero esto va a cambiar seguro, no tengo ninguna duda”, aventuró.

Pero una cosa es conservar la esperanza y otra es estar satisfecho, y Luis Enrique se fue para el avión de vuelta a Barcelona cariaconte­cido. “No hay nadie que pueda estar contento en el Barça después de haber perdido el partido, da igual que hayamos hecho muchas ocasiones”, concluyó.

Si el técnico blaugrana era la cara de la amargura, la alegría la representa­ba Unai Emery, tras su primera victoria ante el Barcelona. En su partido 21 contra los barcelonis­tas llegó su desquite. Como es habitual Unai vivió el partido como si le fuera la propia existencia. Además, en esta ocasión, se notaba en el ambiente que el Sevilla venía de una mala racha. Había un cierto runrún y el triunfo le devuelve todo el crédito al entrenador vasco. “Haber conseguido ganar hoy (por ayer) al Barça es corroborar lo que pensaba, que las oportunida­des están en el camino y la oportunida­d esta vez ha llegado. El equipo ha encontrado la manera de competir. Hay que volver a crecer porque somos nuevos, hemos encontrado una solución porque es una gran victoria pero tenemos que seguir buscando soluciones”. Emery se quitó ayer una losa de encima contra el Barça.

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