Errores que matan
El Espanyol cae aparatosamente ante el Sporting tras un grave descuido en el añadido
No hay armas de seducción que valgan cuando uno acaba metiendo la pata. La máxima de todo amante furtivo u ocasional frustró anoche lo que hasta el minuto 90 se presumía una remontada heroica del Espanyol ante su público y acabó siendo una deshonrosa derrota ante un Sporting que vino a verlas venir y se encontró con dos goles y tres puntos de regalo. Junto a la derrota, la otra mala noticia fue la lesión de Gerard Moreno, que anoche se presumía grave.
No engañó Sergio cuando dijo que recuperaría el esquema de juego habitual para plantar cara a un rival que ya no presumía fácil. Con su mejor once y Marco Asensio de nuevo centrado y con total libertad de movimientos, el técnico ni siquiera dio a Gerard el relevo de Caicedo de entrada. Con esas premisas y juntando líneas era como esperaba doblegar a un Sporting que también vino con cambios, ya que ante la ausencia por lesión de Carlos Castro, el canterano que se ha destapado como goleador, Abelardo decidió jugar con un único referente en punta, Sanabria, y situar detrás de él a Halilovic, dos exblaugrana. Pero volvió a perder la batalla táctica el técnico blanquiazul.
Mejor desplegado en el terreno de juego y, sobre todo, más intenso de entrada, el Sporting consiguió anular a los locales cortando todas sus salidas de balón. Hasta el punto de evidenciar la falta de recursos de los dos centrales y del meta españolista a la hora de iniciar el juego, por norma general para rifar el balón.
Así fue, precisamente, como en- seguida llegó el gol del que el Sporting acabó sacando un buen partido. No se cumplía aún el minuto 10 de juego cuando una mala combinación entre Roco y Víctor Álvarez permitía a Lora robar un balón y servírselo a Halilovic para que el croata avanzase solo y batiese a Pau con un cacao.
El Espanyol volvía a mostrar sus vergüenzas, y las ganas que puso en buscar la meta rival agudizaron aún más una debilidad defensiva que cada día que pasa es más preocupante. Cada balón que cortaba el equipo visitante se convertía en un contraataque en superioridad. Suerte tuvieron los blanquiazules en ese primer periodo de desconcierto de que Halilovic fallase más de lo que acertó, porque ocasiones de matar el partido no le faltaron.
Por si las cosas aún se podían complicar más, Alberto García detuvo el penalti con el que Caicedo podría haber igualado el partido en el 29, después de que Bernardo lo derribase en el área pequeña cuando trataba de girarse con el balón que le había puesto Marco Asensio. Tras ese aviso, Abelardo mandó cerrar filas y el Sporting se encerró para encomendarse a las contras que tanto peligro llevaban al área de Pau. Fue la peor noticia para un Espanyol que sólo tuvo en un disparo exterior de Arbilla que detuvo el meta visitante ya en el 40 la única oportunidad destacable antes de irse al vestuario
Con Burgui en la banda izquierda por un renqueante Víctor Álvarez, el Espanyol inició el segundo tiempo con el mismo guión. Y con la paciencia que tanto insiste en pedir el técnico esta vez sí encontró el gol tras sendos avisos de Víctor Sánchez con un disparo exterior y de Marco Asensio finalizando una jugada personal. No sin que antes Sanabria lanzase un balón al larguero tras otro desbarajuste defensivo. Una combinación entre Ca- ñas y Duarte acabó con un centro desde la línea de fondo que Caicedo remató a las redes.
La remontada estuvo en las botas de Duarte, Burgui y Víctor Sánchez, que se encontraron con un Alberto García muy inspirado. Pero fue Álex Menéndez quien sentenció al rematar cuando el partido ya estaba acabado una asistencia de Pablo Pérez. Ese fue el nivel.