Malcolm Turnbull
PRIMER MINISTRO DE AUSTRALIA
Australia es uno de los países que presentan planes de acción contra el cambio climático menos ambiciosos ante la próxima cumbre del clima de París, según un balance hecho por la organización Climate Action Tracker.
Un total de 146 países, que representan casi el 90% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, han presentado a la ONU sus propuestas nacionales de acción contra el cambio climático para el 2025 o el 2030. Han enseñado, por fin, sus cartas ante la próxima cumbre de París en diciembre, donde se espera un gran acuerdo internacional contra el calentamiento.
La gran paradoja es que aunque el 80% de los planes anunciados incluyen objetivos cuantificables para frenar o combatir las emisiones de gases, la suma total desvela que seguirá habiendo un incremento de emisiones al menos hasta finales de la década del 2020, a no ser que haya acuerdos relevantes en la cumbre de París.
El resultado es que el conjunto de las promesas presentadas a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático son insuficientes para lograr el objetivo de no incrementar dos grados la temperatura global del planeta con respecto a la de la época preindustrial. Así lo indica un estudio de Climate Action Tracker, un consorcio de organizaciones con base en Bonn (Alemania). Su conclusión es que, si se aplicaran las actuaciones programadas, las temperaturas a final de siglo aumentarían en 2,7ºC con respecto a las de la época preindustrial.
El balance hecho a partir de los planes presentados por los países supone una mejora de 0,4ºC con relación a lo esperable a partir de los compromisos alcanzados en la cumbre de Lima del año pasado; pero el resultado se queda corto, dice Climate Action Tracker. Rebasar el umbral de los dos grados –cuando las temperaturas ya han subido, de media, 0,8 grados en el último siglo– desencadenaría graves impactos climáticos (olas de calor, deshielos, inundaciones, sequías y otros sucesos climáticos extremos), según el grupo de expertos reunidos por la ONU (IPCC). La nota ha mejorado con relación a los datos disponibles en la cumbre de Lima del 2014 gracias a las aportaciones de China e India; pero varios países han entregado propuestas que se consideran inadecuadas. Son los peores alumnos: Rusia, Japón, Australia, Canadá, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Singapur y Sudáfrica.
El análisis concluye que, para mantener el calentamiento global por debajo de 2ºC, los gobiernos deben fortalecer significativamente las contribuciones presentadas hasta la fecha y necesitarían reducir colectivamente y de forma adicional las emisiones globales entre 12 y 15 gigatoneladas de CO en el 2025, y de 17 a 21 gigatoneladas en el 2030.
Visto el cariz que presentan los planes para el 2030, si estas propuestas son sancionadas y revalidadas en París, mantener el calentamiento por debajo de los 2ºC sería casi inviable, y habría que reducir la emisiones un 5% cada año a partir de esa fecha. Además, haría imposible lograr un calentamiento por debajo de 1,5 grados. Así lo dijo Bill Hare, de Climate Analytics, que reclama objetivos más exigentes para el periodo 2020-2025.
“Se podría esperar que la suma de los objetivos climáticos de los gobiernos se iba combinar para poner rumbo a un mundo con emisiones más bajas, pero no es así. Y un factor es que las contribuciones que hacen Rusia, Canadá y Nueva Zelanda son incongruentes con las metas a largo plazo para el 2050”, declaró Louise Jeffery, del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático.
Las contribuciones para la cumbre de París deben revisarse y ser más exigentes, dicen los expertos