Obama promete una investigación por el “incidente trágico” de Kunduz
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha exigido al Pentágono una “explicación completa de los hechos y circunstancias” que rodearon el bombardeo del hospital de Kunduz, en Afganistán, cuyo balance se eleva ya a 22 muertos –entre ellos tres niños y doce voluntarios de Médicos sin Fronteras– y más de 30 heridos. Algunos testimonios señalan que la mayor parte de las víctimas murieron abrasadas dentro del hospital envuelto en llamas. La indignación internacional por el daño causado a víctimas inocentes, que incluso llevó al secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Mun, a condenar el bombardeo, obligó al presidente estadounidense a responder públicamente. Pero Obama no fue más allá de calificar la masacre de “incidente trágico” y se cuidó mucho de dar por sentada la responsabilidad estadounidense: “Vamos a esperar los resultados de esa investigación antes de hacer un juicio definitivo sobre las circunstancias de esta tragedia”, señaló el presidente.
No quedan dudas de que el bombardeo del hospital de Médicos sin Fronteras tuvo autoría estadounidense; lo que está menos claro es si fue un error o el ataque fue premeditado, despreciando los “daños colaterales”, por considerar que el centro sanitario estaba siendo utili- zado por los talibanes contra unidades estadounidenses.
El propio ejército norteamericano admitió que había atacado la zona en la madrugada del sábado y que posiblemente se habían producido “daños colaterales”. Un funcionario estadounidense declaró en condición de anonimato a The New York Times que muy probablemente el ataque al hospital lo llevó a cabo un helicóptero de combate AC-130. Y según el Gobierno afgano, los talibanes estaban utilizando el hospital como “escudo humano”. Hamdullah Danishi, gobernador interino de la provincia de Kunduz, que tuvo que huir ante el avance de los insurgentes, aseguró a The Washington Post que “el campus del hospital estaba ocupado al cien por cien por los talibanes”.
Médicos sin Fronteras, en posición de estricta neutralidad en la guerra, ha negado rotundamente la versión oficial afgana y en su comunicado concluye de manera incon-
EL SECRETARIO DE DEFENSA Carter podrá responder hoy en Madrid a la acusación de “crimen de guerra” INFORME DE LA ONU EE.UU. es responsable del 1% de víctimas civiles; los talibanes, del 70% de las 20.000
testable: “En cualquier caso, bombardear un hospital en pleno funcionamiento nunca puede justificarse”.
Quizá el secretario de Defensa, Ashton Carter, podrá ofrecer alguna conclusión de la investigación en la comparecencia que tendrá hoy precisamente en Madrid y responder a las acusaciones por “crímenes de guerra” expresadas por el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al-Hussein.
Las frecuentes víctimas civiles por los ataques aéreos occidentales o del propio ejército afgano han producido rechazo e incluso apoyo a los insurgentes por parte de la población afgana y eso que, según la propia ONU, EE. UU. es ahora responsable de “sólo” el 1 por ciento de las víctimas civiles. Los talibanes han provocado el 70% de las 20.000 víctimas civiles, pero no matan por error, lo hacen sobre el terreno, ya que no disponen de fuerza aérea.