OBRAS ROBADAS
En 1936 los museos alemanes fueron invitados a desprenderse del arte degenerado: obras de judíos, de bolcheviques, abstractos, expresionistas... Kandinski, Chagall, Otto Dix, Max Beckmann, Emil Nolde, Kokochka... Goering dispuso de ese tesoro de guerra. Objetivo: vender a coleccionistas o marchantes o cambiar por obras clásicas, pero Goering y Hitler se apropiaron muchas de aquellas obras.
L’homme à la guitare. Georges Braque. De Alphonse Kahn, coleccionista británico despojado en París. La obra reaparece en 1981 en el Pompidou. Largo litigio con los herederos y acuerdo secreto.
Sol de otoño. Egon Schiele. Colección Karl Grünwald. Grünwald huye de Austria en 1942 y esconde su colección en un almacén de Estrasburgo. La obra es hallada medio siglo más tarde en un modesto apartamento en Alsacia.
Profil bleu devant la cheminée. Matisse. En el 2012, la nieta del expoliado Paul Rosenberg, la periodista Anne Sinclair (exmujer de Dominique Strauss-Kahn), la descubre en el Pompidou. Prestada por la fundación privada noruega que la había comprado legalmente, al conocer su origen la devolverá.
En su habitación de Carinhall, a 60 km de Berlín, donde había instalado su museo, que dinamitó antes de ser capturado, Goering colgó
Europa y el toro, de Werner Peiner. Peiner era un “pintor degenerado”. Pero prudente: cambió de estilo a tiempo y fue incluso pintor oficial del régimen.
Dos Van Gogh adornaban el dormitorio de la señora Goering. Y un par de Renoir colgaban en el comedor.
Goering recibe en 1935 el primero de sus 57 Cranach, involuntario regalo de boda de la Pinacoteca de Munich. El segundo se lo ofrece Colonia para el bautizo de su hija, en 1938. Y El juicio de
París fue el rescate que pagó el coleccionista Robert von Hirsch para dejar Alemania con parte de su colección.
Del 3 de noviembre de 1940 al 27 de noviembre 1942, Goering visita 22 veces el Jeu de Paume. Y escoge.
En 1941, Hitler recibe 32 cuadros de la colección Rothschild: El astrónomo de Vermeer, Madame de Pompadour de Boucher... El retrato de Federico el Sabio de Cranach y el mobiliario del siglo XVIII los deja a su fiel Goering.