Siete árboles del Turó Park serán retirados
El Ayuntamiento toma la medida después de que los vecinos denunciaran que otros seis se habían desplomado desde principios de año
Los árboles del Turó Park se desploman de madrugada. Los vecinos del barrio tenían razón. Llevan meses muy preocupados. Los árboles del Turó Park están enfermos, son un peligro para los usuarios de esta zona verde, sus raíces podridas ceden ante los golpes de viento... Y fuentes municipales explican ahora que el Ayuntamiento retirará a lo largo de esta misma semana los siete álamos blancos que rodean el estanque. La verdad es que no presentan muy buen aspecto. Se inclinan todos a un lado, se inclinan demasiado, de un modo inquietante, amenazante. La zona ya se encuentra acordonada. Y una vez sean retirados no se plantará ninguna otra especie en el lugar. Al parecer, el subsuelo se encuentra en un estado muy delicado.
Hace poco más de una semana la asociación de vecinos y comerciantes del Turó Park denunció que un imponente Populus alba pyramidalis (álamo) de más de medio siglo de vida y de más de quince metros de altura se desplomó de repente. Apenas hizo falta un golpe de viento. Las raíces cedieron, levantaron la tierra, apartaron las conducciones de riego que no les dejaban crecer, y el árbol se desplomó sobre el estanque. Los técnicos municipales tenían pensado retirarlo desde el pasado verano. Ya sabían que estaba enfermo, que se pudría. Lo habían inspeccionado después de que otros tres árboles cercanos se hubieran desplomado durante el mes de julio. No eran los pri- meros en caer. Las fuentes municipales confirman que hasta seis árboles del Turó Park se han precipitado de manera repentina en lo que llevamos de año, y además también se desplomaron dos más que se levantaban en calles cercanas. Pero la operación de retirada del imponente Populus alba pyramidalis se había demorado porque los técnicos no apreciaban riesgo de caída. Afortunadamente todo ocurrió bien entrada la noche y nadie sufrió ningún daño. Ahora ya nadie se confía.
Las fuentes del Ayuntamiento explican que la proximidad del estanque, circunstancia unida a determinadas condiciones de humedad y temperatura, favorece un fenómeno que en inglés llaman summer branch drop, un mal que afecta principalmente a los árboles de edad, que debilita sus ramas y raíces, que explica lo que está ocurriendo en el parque. “En todo caso, todos los árboles del parque serán inspeccionados estos días”, añaden las fuentes del Consistorio. Uno de los árboles caídos fue un gran algarrobo de siglo y medio de vida, y medía alrededor de veinte metros. Cayó sobre las rejas del pipi-can. Las micciones fuera de lugar de los perros tampoco ayudan, porque sus orines contribuyen a compactar los terrenos, y ello aprisiona las raíces, les impide crecer. Los paseos de las mascotas por el parque sonuna de las cuestiones que mantienen divididos a los usuarios de esta zona verde. Además, sostienen los vecinos, el hormigón y las conducciones de riego impiden que los árboles se desarrollen de un modo idóneo.
Los vecinos recibieron la noticia de la inminente retirada de los árboles con satisfacción. “La verdad es que no podíamos seguir de este modo. El peligro era evidente –dice Bartolomé Criado,
La proximidad del estanque y los orines de los perros compactan la tierra e impiden que las raíces se desarrollen
presidente de la asociación de vecinos y comerciantes del Turó Park–. Hace pocos días tuvimos una reunión con responsables del distrito de Sarrià y con diversos técnicos y les pedimos que también echaran un vistazo a los árboles de las calles cercanas. Algunos presentan un follaje excesivo y necesitan una poda de manera urgente. Un buen mantenimiento es fundamental. El Turó Park es un parque muy concurrido, donde se celebran muchas actividades”.