El británico Fat Duck vuelve renovado y más caro
bezó en su día el prestigioso ranking, el que se mueve. Lo hace para volver a casa, donde la pasada Abrir, cerrar, viajar, remodelar... semana reabrió su restaurante Fat las figuras de la cocina mantienen Dack, en Bray (Berkshire), dessu empeño en reinventarse. Si hapués de haberse mudado durante ce unos días era el chef danés René medio año a Melbourne (AustraRedzepi quien anunciaba el cierre lia). Allí ofreció una selección de y futura reapertura, en un nuevo los platos que le han dado fama a lo emplazamiento de Copenhague, largo de los veinte años que ha de su restaurante Noma (varios cumplido el restaurante. años número uno en la lista de los El Fat Duck vuelve renovado en mejores restaurantes del mundo), todos los aspectos: con nueva imaahora es el británico Heston Blugen, tras unas obras en las que ha menthal (49), que también enca- invertido 2,5 millones de libras y
nuevo menú, para el que Blumenthal se ha inspirado en el universo infantil, desde los recuerdos de los veranos de su infancia hasta la magia de Alicia en el País de las Maravillas.
El Fat Duck, que en el 2009 Blumenthal tuvo que cerrar temporalmente a causa de la propagación de un norovirus (el año pasado ocurrió un incidente similar en su Dinners, de Londres), vuelve a ser foco de atención en su reapertura. En este caso por las críticas que le han llegado nada más anunciar su menú en la página web del establecimiento. El precio, de 255 libras (con el servicio a parte), lo consideran algunos críticos excesivamente caro.
Con la reforma y detalles como un nuevo carro de postres en forma de casa de muñecas que le ha costado 150.000 libras, quiere volver a sorprender con la puesta en escena. En su día lo hizo con elaboraciones envueltas en humo de nitrógeno líquido o con un plato en el que el comensal podría escuchar el sonido del mar, a través de unos auriculares. Sabe que salirse del camino habitual despierta recelos , y así lo reconocía hace años en una entrevista del Magazine, poco después de la polémica por el norovirus. “Cuando alguien sale de la manada, corre el peligro de que haya gente que no quiera que progrese, ya sea porque están celosos o porque no les gustan los cambios”. A él sí le gusta y seguirá haciéndolo.