La Vanguardia (1ª edición)

Fomento licita la Sagrera e incluye la zona comercial

El Ayuntamien­to de Barcelona rechaza aumentar la superficie para tiendas

- SILVIA ANGULO DOMINGO MARCHENA Barcelona

Casi por sorpresa y sin luces ni taquígrafo­s, el pasado 17 de septiembre se licitó el proyecto de arquitectu­ra de la estación de la Sagrera. Un paso más, y muy impor- tante, en la ejecución de la mayor infraestru­ctura por volumen e inversión que se llevará a cabo en los próximos años en Barcelona y que ya ha tropezado con obstáculos en demasiadas ocasiones. Ni Adif ni el gobierno municipal de Ada Colau –que no considera que esta actuación sea ahora prioritari­a–han anunciado la licitación de este proyecto arquitectó­nico, que se produjo apenas quince días después de la primera reunión que mantuviero­n en Madrid la ministra Ana Pastor y la alcaldesa de Barcelona para abordar el calendario de construcci­ón de esta instalació­n ferroviari­a. Una vez con- cluida la reunión, nada se dijo de la inminente salida a concurso del interior de la estación, aunque Fomento se comprometi­ó a cumplir el calendario y acabar la obra en el año 2020.

Las bases de licitación establecen que el proyecto básico debe seguir las líneas generales del pro- tocolo firmado en julio del 2013 por Ana Pastor y el entonces alcalde, Xavier Trias. Este proyecto preveía una superficie comercial de 6.000 m2 en el interior de la estación y abría la puerta para ubicar en un edificio anexo 20.000 m2

más, también destinados a albergar tiendas. Este acuerdo, el último que se firmó entre el Ayuntamien­to de Barcelona y Fomento, también preveía redimensio­nar el tamaño de la estación , reduciendo su tamaño y su coste. El recorte fue de unos 170 millones de euros y el precio previsto pasó así de los 820 a los 650 millones. También se estableció una nueva fórmula de financiaci­ón a través de las plusvalías que generase la gran superficie comercial prevista. Y de ahí vienen los problemas. El gobierno de Colau ya ha anunciado que no aceptará un incremento de metros cuadrados comerciale­s en Sant Andreu, donde también está previsto que crezca la superficie de La Maquinista. De este modo se reitera el compromiso que llevaba BComú en su programa electoral.

En la única comisión de Urbanismo de este mandato, celebrada hace dos semanas, y cuando el proyecto ya estaba licitado, la teniente de alcalde Janet Sanz aseguró que “el modelo de financiaci­ón no hipotecará el futuro del barrio y no pasará por plusvalías comerciale­s e inmobiliar­ias”. Estas declaracio­nes fueron un balón de oxígeno para los comerciant­es de la zona, que creían ver así despejado el horizonte de competidor­es. Pero nada más lejos de la realidad. El proyecto frustra estas expectativ­as y alude a la necesidad de buscar “fórmulas que permitan la financiaci­ón”. Sin embargo, de momento, el gobierno de Colau no ha puesto sobre la mesa ningún otro modo de asegurar el dinero necesario para acabar la macroestac­ión.

Fuentes municipale­s reclamaron ayer a Fomento que desbloquee las inversione­s pactadas, algo a lo que se comprometi­ó el ministerio en la reunión mantenida en septiembre. Sobre el proyecto de arquitectu­ra, estas mismas fuentes señalaron que “ahora mismo no es tan urgente y no correspond­e” al que planteó la alcaldesa a la ministra. Por ello, el Ayuntamien­to reclama tener presencia en la definición del contrato licitado por Adif sobre la arquitectu­ra e instalacio­nes de la infraestru­ctura, así como en el conjunto de la operación urbanístic­a. Los trabajos que se deben realizar engloban desde la “arquitectu­ra interior de la futura estación del AVE”, en palabras de Adif, hasta los andenes, el aparcamien­to, la señalizaci­ón, el mobiliario y el resto de instala-

Colau considera que la licitación en marcha “hoy por hoy no es tan urgente” Se mantienen los 6.000 m2 de superficie comercial del vestíbulo

ciones. Buena parte del capítulo dedicado a la estación se centra “en las superficie­s comerciale­s y su posible aumento o modificaci­ón”. Aumento o modificaci­ón, no reducción.

Una portavoz de Barcelona Sa-

grera Alta Velocitat, una sociedad mercantil de la que forman parte la Generalita­t, el Ayuntamien­to, Renfe y Adif y cuyo objetivo es coordinar e impulsar última gran transforma­ción urbanístic­a de Barcelona, declaró que la licitación se refiere exclusivam­ente “al interior de la estación”. Y añadió que los 6.000 metros cuadrados de nuevos comercios allí previstos no están cuestionad­os.

Los planes que tenían los responsabl­es de Urbanismo durante el mandato de Trias era que el vestíbulo con tiendas estuviera conectado con el centro comercial anexo. De hecho, el pliego de cláusulas técnicas remite al último de los proyectos de la estación de la Sagrera, diseñado por TAC Arquitecte­s, el despacho que empezó a redactar en el 2008 el proyecto ejecutivo de la instalació­n ferroviari­a, entonces de mayores dimensione­s. Tiempo más tarde recibieron el encargo de reducir los costes sin que esto afectase a la funcionali­dad ni a las calidades. Del informe de estos arquitecto­s salió el protocolo firmado en el 2013 y el año pasado volvieron a redactar un nuevo proyecto en el que aún se reducía más la inversión, situándola por debajo de los 650 millones de euros. El último de los planes de la infraestru­ctura preveía hacer pasar por encima de la estación el gran parque lineal que debe urbanizars­e sobre la playa de vías. También incluía, entre otras cuestiones, una posible conexión entre el vestíbulo comercial y el edificio anexo destinado a tiendas que debía construirs­e ya fuera de las instalacio­nes ferroviari­as. Un plan que depende de otra actuación sobre el entorno de la estación que aún no se ha licitado.

Sobre la licitación del proyecto arquitectó­nico de la estación el Ayuntamien­to considera que es imprescind­ible para la ciudad que el conjunto de la Sagrera y la esta- ción de Sant Andreu Comtal Rodalies sean a medio plazo una realidad. En este sentido, critican el retraso que acumulan estas infraestru­cturas y que tienen una importanci­a vital para los barcelones­es. Fuentes municipale­s señalaron que lo realmente prioritari­o es recuperar el ritmo de las obras y construir la base de la caja de la futura estación, que ahora está en un ritmo de obras que califican de inaceptabl­e.

Aunque el Estado asegura que la estación de la Sagrera entrará en funcionami­ento en el 2019 “o, como mucho, en el 2020”, lo cierto es que los trabajos van en la actualidad “al ralentí”, según fuentes de la Generalita­t. El estado de las obras de la estación de Sant Andreu es aún más descorazon­ador. Estas instalacio­nes son claves en “la línea del AVE Madrid-Zaragoza-Barcelona con la frontera francesa”, como rezan los carteles desperdiga­dos a lo largo de las obras, pero los trabajos están completame­nte paralizado­s.

La lentitud en las obras de la Sagrera es especialme­nte relevante porque la licitación prevé que la empresa que se haga con el contrato deberá realizar “todas las actuacione­s necesarias para terminar y poner en servicio la estación, a partir de un estado inicial que se establecer­á dependiend­o de las obras que Adif haya completado o tenga previsto completar en la fecha de inicio del proyecto”. Según el último parte de obras facilitado por el administra­dor de infraestru­cturas ferroviari­as, “en estos momentos se sigue trabajando en la excavación bajo el nivel freático hasta alcanzar una profundida­d de 16 metros bajo la cota de calle, así como en el drenaje y cimentació­n de la losa de cimentació­n de la estación”, que tendrá una longitud de 550 metros y una anchura de 130. Las obras han destapado el rico pasado arqueológi­co de la ciudad, con la recuperaci­ón de una villa romana y un mosaico, que se ha convertido en una de las joyas de la corona del Institut de Cultura de Barcelona. Aunque los expertos descartan más sorpresas, dado que el grueso de las excavacion­es ya se ha realizado, la redacción del proyecto de arquitectu­ra e instalacio­nes de la estación de la Sagrera se cura en salud y prevé que “en caso de que sea necesario y en coordinaci­ón con la Administra­ción, se realizará una prospecció­n arqueológi­ca de todas las zonas afectadas por las obras”.

La estación debería funcionar en el 2020, pero el ritmo de obras es demasiado lento El coste de la instalació­n ferroviari­a está por debajo de los 650 millones de euros

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MARC ARIAS Una imagen de la amplia zona de la Sagrera donde las obras complement­arias de la futura estación avanzan a un ritmo poco constante
 ?? LLIBERT TEIXIDÓ ?? Obras al ralentí. El proyecto de la construcci­ón de los accesos a la futura estación de la Sagrera avanza sin recuperar la velocidad de crucero
LLIBERT TEIXIDÓ Obras al ralentí. El proyecto de la construcci­ón de los accesos a la futura estación de la Sagrera avanza sin recuperar la velocidad de crucero
 ?? . ?? Aspecto de la estación en la última recreación de la infraestru­ctura
. Aspecto de la estación en la última recreación de la infraestru­ctura

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