Erdogan vende caro su apoyo a la UE con la crisis de refugiados
La UE ofrece a Turquía más dinero y acelerar el acuerdo sobre visados
Pocas veces en la larga y complicada relación histórica entre la Unión Europea y Turquía el club comunitario ha necesitado tanto como ahora a su socio y eterno candidato. El motivo no es otro que la crisis de refugiados. Europa precisa urgentemente la ayuda de Ankara para frenar los flujos de desplazados, y sus instituciones pusieron ayer todo tipo de alicientes sobre la mesa para convencer al aliado turco de que debe controlar sus fronteras, impedir la salida de refugiados sirios y atenderlos mejor: apoyo político, más ayuda económica, un acuerdo de liberalización de visados...
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, sin embargo, se hizo de rogar y dejó claro en Bruselas que venderá caro su apoyo a Europa. Acallar las protestas a su política frente al terrorismo kurdo parece ser una de sus prioridades. Turquía tiene cientos de kilómetros de frontera con Siria e Iraq y es “un país amenazado” por el terrorismo, recalcó. Que el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y el Partido de la Unión Democrática (YDP, independentistas kurdos del norte de Siria ) luchen contra el Estado Islámico en Siria no hace que dejen de ser terroristas. “No hay terroristas buenos y terroristas malos, ambos lo son”, dijo Erdogan, pidiendo más sensibilidad a Europa.
Turquía celebra elecciones el próximo uno de noviembre y Erdogan tiene su propia agenda, difícil de asumir para Europa en otras circunstancias. “La raíz de la crisis de refugiados es la guerra de Siria”, declaró el jefe de Estado turco ante la prensa antes de reunirse con el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, y de desgranar sus propuestas. “Para resolver la crisis de refugiados debemos hacer tres cosas. Lo primero, centrarnos en el entrenamiento y equipamiento” de las fuerzas rebeldes; lo segundo, “declarar una ‘zona de seguridad’ libre de terrorismo” en Siria y, por último, “establecer una zona de exclusión aérea”.
Los gobiernos europeos desconfían de esta estrategia y en particular de la creación de una ‘zona de seguridad’, pues ven en ella una coartada para combatir a las milicias kurdas, pero ayer aceptaron discutir la iniciativa. “La Unión Europea está dispuesta a tratar todos los temas con Turquía, así que también hemos hablado de una posible zona tampón en Siria”, explicó Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, tras reunirse con Erdogan. En lo que ambas partes sí están de acuerdo es en que “la solución no puede pasar por una Rusia, aliada con el presidente Bachar al Asad, bombardeando fuerzas de la oposición legítima”, añadió.
El motivo oficial de la presencia del jefe de Estado turco en la capital comunitaria es una visita bilateral a Bélgica. Hoy inaugurará una exposición dedicada a Turquía dentro del prestigioso festival Europalia, en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas. Erdogan ha aprovechado su presencia en el corazón de Europa para dar varios mítines a la diáspora turca en Bélgica y Francia, con un acto multitudinario en Estrasburgo en el que se mofó de las dificultades de Europa con los refugiados: “¿Qué nos dicen? ¡Oh, por favor, no abráis vuestras puertas, no les dejéis llegar!”, proclamó.
En presencia de Tusk, más diplomático, Erdogan recordó que su
Erdogan recalca que “no hay terroristas buenos y terroristas malos”, en referencia a EI y PKK
país ha recibido en los últimos cuatro años a 2,2 millones de sirios y se ha gastado 17.800 millones en acogerlos sin casi ayuda de la comunidad internacional. Ankara quiere dinero europeo para poder atenderlos mejor, pero fondos ‘frescos’ y no sólo los 1.000 millones prometidos hace pocos días y que salen de partidas preadhesión que la UE ya había comprometido con el país. Juncker, que se deshizo en elogios a su “amigo Erdogan” y su perfil reformista, le ofreció acelerar las negociaciones para cerrar un acuerdo de visados que permita a los turcos viajar con menos trabas a la Unión.
El plan de acción que la UE quiere venderle, según el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung prevé que Turquía controle mejor su frontera con la UE, que participe en patrullas marítimas conjuntas con Grecia en el marco de una operación europea en el Egeo, así como la creación de más campos de refugia-
dos en suelo turco para mantener a los sirios ‘cerca de su casa’ (y lejos de la UE). A cambio, la UE se comprometería a sacar y relocalizar a 500.000 personas de estos campamentos. Erdogan cenó anoche con Juncker y Tusk para continuar las negociaciones. Las conversaciones están siendo “muy difíciles”, admiten fuentes diplomáticas.