La izquierda radical supera al PC y el partido animalista obtiene un escaño
El partido animalista portugués, el PAN, dio el domingo la sorpresa y se convirtió en la única de las nuevas formaciones en conseguir entrar en el Parlamento, en el que, pese a los rigores del rescate, siguen teniendo una amplia mayoría los partidos que estuvieron vinculados a la troika del FMI, UE y el Banco Central Europeo que de facto gobernó el país entre el 2011 y el 2014. Estas fuerzas fueron el Partido Socialista, que solicitó el rescate, y la coalición de derechas de Passos y Portas, que fue la que lo aplicó desde el Gobierno. La suma de estas formaciones tiene ahora el 70,9% de los votos y 193 escaños, frente al 78,4% y 206 diputados con los que contaba en el 2011.
Así el desgaste no ha sido muy elevado y sobre todo lo ha capitalizado el Bloco de Esquerda, el partido hermano de Syiriza, que dupli- có sus diputados, adelantado a sus eternos rivales del Partido Comunista Portugués, que sigue petrificado alrededor del 8%.
Quizá lo más significativa fuese que la erosión del rescate obligó a los dos partidos de la derecha , el PSD y el CDS, a presentarse unidos a unas legislativas por primera vez desde 1980, para asegurarse la primera plaza que en Portugal, por tradición, da derecho a formar gobierno.
Frente a las formaciones tradicionales había tres que optaban a entrar en el Parlamento. Fracasaron las dos que parecían tener más posibilidades. La primera era el PDR de Marinho Pinto, el exdecano de los abogados que sacó un 7% en las europeas con otras siglas y que el domingo se estrelló, como también le pasó a Livre, una escisión del Bloco, liderada por el antiguo eurodiputado Rui Tavres. Sí obtuvo un diputado el partido Personas, Animales y Naturaleza (PAN) con un discurso ecologista y en contra de la visión antropocéntrica de la sociedad. André Lourenço sacó un escaño por Lisboa con el 1,97%, porque en Portugal no se exige un porcentaje mínimo.