“Creo que la CIA debería respetar las leyes de cada país”
Claire Danes retoma esta semana su papel de Carrie Mathison en la quinta temporada de ‘Homeland’, que regresa con un nuevo escenario: Berlín
Interpretar a Carrie Mathison ya le ha dejado dos Globos de Oro y dos Emmys (tiene un total de 4 y 3 respectivamente), pero Claire Danes no se cansa de encarnar a esta mujer, que, asegura, no podría ser más diferente de quien es ella en la vida cotidiana. Dueña de una larga carrera que comenzó en su pubertad, cuando debutó en un episodio de Ley y orden, en la que nunca hubo descansos y que ha incluido una respetable trayectoria cinematográfica con trabajos bajo las órdenes de Francis Ford-Coppola, Oliver Stone y Baz Luhrmann, Claire Danes, sin embargo, nunca ha brillado tanto como cuando aparece en la pantalla chica. Quien alcanzó por primera vez el estrellato a los 15 años con la serie Es mi vida ha iniciado la quinta temporada como protagonista de Homeland, que regresa este jueves (Fox, 23.05 h) con muchos cambios y unas cuantas sorpresas.
¿Qué es lo que vamos a ver en esta nueva temporada?
Todo va a ser muy diferente. Ha habido un gran salto en el tiempo. Han pasado más de dos años, y ahora estamos en Europa. Carrie trabaja en el sector privado. Ha dejado la CIA y por primera vez tiene una vida personal, así que está increíblemente feliz durante cinco minutos. Tocamos un montón de temas nuevos como penetración cibernética, leyes de privacidad, espías que espían a otros espías.... También tratamos el tema de la redención. Carrie ha puesto mucho esmero en alejarse de su pasado y le ha salido bien. Ha tratado de reinventarse como una persona más decente y transparente, pero en algún momento se da cuenta de que no es posible, que es todo una ilusión, por lo que sus fantasmas empiezan a reaparecer, y ella tendrá que encontrar una forma de reconciliar su deseo de encontrar la felicidad y su vocación irresistible. Ella tiene un talento que no puede ignorar. Ha invertido tanto tiempo y ha puesto tanto de ella en esta línea de trabajo que no la puede abandonar. Obviamente estoy hablando desde el punto de vista de Carrie, pero este es el nuevo mundo en el que nos vamos a mover.
En el nuevo póster se la ve muy asustada. ¿A quién le teme Carrie?
A alguien que quiere verla muerta, por lo tanto tiene que descubrir quién es. Ha estado trabajando para un filántropo, un multimillonario benevolente cuyo padre era un nazi muy poderoso. En la línea de la redención, él está tratando de compensar al mundo por lo que hizo su padre. Ella asume que él es el objetivo y en consecuencia ella también, y por lo tanto tiene que resolver el enigma.
Aunque la trama transcurre ahora en Berlín, no es la primera vez que graban allí...
Es cierto. Ya la hemos hecho pasar por Líbano e Iraq. Siempre me sorprende nuestra capacidad de que las escenografías resulten convincentes. Ha sido un gran lujo poder explorar todo lo que Berlín tiene que ofrecer, a pesar de que hoy en día sigue reponiéndose de las guerras mundiales y el comunismo. Hay allí una gran mezcla de lo viejo y de lo nuevo, pero es una ciudad muy progresista y con un toque anárquico. Yo creo que Berlín nos ha permitido darle un toque más cinematográfico a la serie que cuando grabábamos en Sudáfrica.
¿En qué medida trabajar en la serie ha cambiado su mirada política del mundo?
No soy una persona naturalmente inclinada a la política. Me interesa mucho más el comportamiento humano y la psicología, pero es cierto, la nuestra es una serie política. Debo confesar que cuando acepté el papel no tenía la menor idea de cuán sofisticados y robustos son los servicios clandestinos en Estados Unidos, y de verdad es como si estuvieras hablando de otra dimensión. Uno de nuestros guionistas, que falleció tres años atrás, era el hijo de un espía que trabajaba para la CIA y él había crecido en ese mundo. A través de él, el director de la serie, Alex Gansa, organizó un seminario en Washington cuando recién comenzábamos en el que hablamos con mucha gente que trabaja en ese mundo. Fue algo muy intenso y revelador. Ciertamente trabajar en Homeland me ha permitido conocer cómo es la verdadera relación entre las naciones, cuán complejas son y cómo se mueve el verdadero poder. Hoy en día todo es mucho más abstracto y menos claro con respecto por quién estás luchando y para qué.
¿Sigue contado con asesoramiento en ese plano?
Sí, claro. Tengo una especie de hermana que trabaja de espía y que mientras preparaba el papel me llevó a la central de la CIA en Langley y me mostró cómo funciona todo. Ella me contó sus experiencias y fue muy generosa conmigo. Nos hicimos muy amigas y seguimos en contacto, por lo que si tengo una pregunta ella tiene todas las respuestas, pero llevo cinco años en la serie, por lo que ya entiendo bastante cómo funcionan las cosas.
¿Qué piensa usted en lo personal sobre el trabajo de estas organizaciones?
Prefiero no entrar en polémicas. Soy consciente de que Homeland provoca muchas preguntas interesantes. Soy una convencida de que la CIA debería operar de forma transparente, y debería obedecer las leyes de cada país y mantenerse dentro de ciertos límites muy estrictos. Pero a la vez, sé que por su naturaleza el trabajo clandestino debe mantenerse en secreto. Lo cierto es que la serie es absolutamente relevante en estos tiempos que vivimos. Me encanta que Homeland esté tan cerca de la realidad como de la ficción, pero yo simplemente interpreto a una agente de la CIA en televisión. Prefiero no emitir opinión.
¿Qué comparte con Carrie?
La pasión. A ella le encanta su trabajo y a mí también. Creo que a ella le gusta más el suyo. Y las dos nos podemos concentrar mucho en lo que estamos haciendo. De todos modos, somos muy diferentes. Eso me da mucho lugar para imaginar. Muchas veces, cuando los personajes se me parecen demasiado, me resulta más difícil interpretarles, pero no es así en este caso.
¿ Homeland ha sido su mayor éxito?
Sí y no. Su éxito ha sido asombroso y es algo que era imposible de predecir. Ha sido un gran regalo de la vida. Pero tener un hijo es una experiencia muy profunda, que nos ha conmocionado a mí y a Hugh. No hay nada que se le parezca. Ahora todo pasa por este niño y por formar juntos una familia. Por supuesto, el trabajo es una parte importante de nuestra identidad, pero es absolutamente secundario.
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LANATURALEZA DEL ESPIONAJE “Me encanta que ‘Homeland’ esté tan cerca de la realidad como de la ficción”