A Benítez le vale el empate
En Madrid cuestionan al entrenador blanco por su ataque de conservadurismo
No hay estadio que idolatre más a Rafa Benítez que Anfield. El 9 de mayo del 2010 el técnico español se despedía del banquillo del Liverpool. Era el último partido del entrenador que será recordado por ganar la quinta Copa de Europa para los reds. Y Benítez lo celebró con un 0-0 contra el Hull City. Así es él. Los que no entendieron sus decisiones en el derbi contra el Atlético y que, con 0-1, optase por guardar su portería, pueden preguntar a los aficionados del Liverpool. No hay más que repasar su trayectoria como entrenador de élite, desde el Valencia, para ver cuánto valora las igualadas. A Benítez le vale el empate, lo que ha hecho que empiece a ser criticado en el entorno del Real Madrid por su conservadurismo y falta de ambición.
En su carrera se ha ganado a pulso el apodo de Míster Igualada. Su récord en una temporada son los 13 empates de la Premier de 2007-08. Y el del Calderón fue su combate nulo 116 en la competición doméstica. Es decir, que en diferentes ligas los equipos de Rafa Benítez empatan un encuentro de cada cuatro. Sin embargo, esos números no son rentables. La prueba es que hace más de diez años, desde el 2004 cuando levantó su segunda Liga con el Valencia, que Benítez no hace campeón a un club. Ni con el Liverpool, el Inter, el Chelsea o el Nápoles le fue bien así.
Tampoco al Madrid le gustan los empates. Y menos cuando tiene tan cerca la posibilidad de ganar en el estadio del vecino, algo que no pudo hacer la temporada pasada en cuatro ocasiones. En siete partidos el entrenador madrileño ya ha empatado tres, que son la mitad de los que ha firmado tablas Luis En- rique en 72 duelos en el banquillo del Barça (8%).
“En la segunda parte nos echamos atrás”, apuntó Karim Benzema. Su salida del campo se ha interpretado como un ataque de pánico de su entrenador. Autor del gol, el delantero francés es el pichichi con seis tantos pero ha sido sustituido por Benítez en cinco de los seis duelos que ha jugado. Sólo le dejó acabar los 90 minutos en el 0-0 contra el Málaga con el deseo de que abriese el cerrojo. “Yo me sentía bien pero el entrenador manda y yo obedezco”, señaló. Y es que es bien sabido que el vestuario abogaba el verano pasado por la continuidad de Ancelotti y el relevo fue un tema del presidente, en busca de un antídoto para el Barça del triplete y del tridente.
Hacía 26 partidos que el Madrid no chutaba tan poco. Los blancos se adelantaron pronto (minuto 9) y se dedicaron a administrar su ventaja. Querer amarrar descaradamente el 0-1 ha sido su condena. Según la prensa de la capital, el derbi deja “un asterisco sobre Benítez” porque “su Madrid reculó mucho” y “los cambios no fueron osados”. Pero a Rafa el empate le vale.