¡Que reme más deprisa!

En una reunión con unos cuantos profesionales y empresarios amigos discutíamos esta semana una injusticia habitual que se hace en las empresas. Uno de los empresarios decía: a ver, si tienes tres trabajadores, uno bueno, otro mediocre y otro malo, ¿a quién le encargas más cosas? La respuesta fue unánime. Al bueno, claro. Pero si esto sucede un día sí y otro también, el bueno acaba hasta las narices del jefe y de los compañeros, y se planta. Y, probablemente muy enfadado, si además, como es muy posible, esté cobrando lo mismo que sus colegas. Llegado este punto, proseguía el empresario, va a ser muy difícil que se le pueda motivar por vía alguna y lo más probable es que se largue y hayamos perdido al mejor.

¿En cuantas empresas, sobre todo pymes, no está pasando algo parecido? Reflexione, reflexione y, mientras, haga como el amigo abogado que, como respuesta al empresario, explicó el siguiente caso. Había dos pueblos que tenían una gran rivalidad en la carrera de traineras. Pero se daba el caso de que, año tras año, ganaban los mismos. Hasta tal punto llegó el enojo del pueblo perdedor que solicitó al alcalde que hiciera algo para cambiar la situación. El alcalde nombró una comisión para que estudiara qué pasaba y qué se podía hacer para romper la tendencia. La comisión se puso en marcha y pronto encontraron la causa. “Alcalde, le dijeron, resulta que ellos reman todos y en nuestro pueblo sólo rema uno”. La autoridad se quedó pensativa y encontró la solución. “Pues que presionen e incentiven a ese chico, ¡a ver si rema más deprisa!”. Pocas bromas…