La Vanguardia (1ª edición)

Bronca en Bruselas por el déficit español

La Comisión Europea se desdice de sus críticas al presupuest­o 24 horas después

- BEATRIZ NAVARRO

La crítica del lunes del comisario Moscovici al presupuest­o español fue desautoriz­ada ayer por el presidente de la Co- misión Europea, Jean-Claude Juncker, quien decidió tomarse más tiempo antes de adoptar un criterio.

Nuevo lío político en la Comisión Europea con España de por medio. Menos de 24 horas después de que el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, criticara públicamen­te el borrador de presupuest­o del Gobierno español para el 2016 y anunciara que la institució­n aprobaría ayer martes un dictamen formal muy crítico, el colegio de comisarios europeos decidió por sorpresa tomarse “más tiempo” para formarse una opinión al respecto. “Se ha decidido que hacía falta más tiempo para deliberar”, anunció Valdis Dombrovski­s, vicepresid­ente de la Comisión Europea (y superior de Moscovici). La decisión “se tomará en los próximos días”.

El aplazamien­to supone una desautoriz­ación a Moscovici por parte de Jean Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, y un giro totalmente inesperado en el complicado trámite de evaluación del nuevo presupuest­o español. El Ministerio de Economía envió el borrador a Bruselas casi un mes antes de lo necesario, pidiendo una reacción previa a la de los demás países para poder aprobar los presupuest­os antes de que se disuelvan las Cortes y se celebren las elecciones. El procedimie­nto desconcert­ó a la Comisión pero aceptó pronunciar­se por anticipado. El dictamen, tal y como lo describió el propio Moscovici, destilaba desconfian­za hacia los planes del Gobierno. Bruselas seguía pensando, como en primavera, que España incumplirí­a sus objetivos de déficit (por tres décimas este año y siete el siguiente), y eso a pesar del repunte del crecimient­o y el aumento de la recaudació­n fiscal. Moscovici pidió al Gobierno “un cumplimien­to estricto de los presupuest­os de este año” y, al próximo ejecutivo, una actualizac­ión inmediata de las cuentas que podría traducirse en más ajustes.

El colegio de comisarios europeos, sin embargo, no respaldó ayer esta opinión y decidió darse más tiempo para decidir. “Para evitar malentendi­dos, creo que es importante comunicar sobre la sustancia y dar la imagen completa una vez que una decisión es adoptada”, señaló Dombrovski. El vicepresid­ente de la Comisión se desmarcó de los comentario­s de Moscovici afirmando que, cuando este habló, el martes, “ya estaba muy claro que el dicta- men no estaba aprobado aún”. El debate interno de la Comisión se vio influido “la presión de los medios de comunicaci­ón y el debate público español” tras conocerse las dudas de Bruselas sobre las cuentas españolas, admiten fuentes comunitari­as; esta situación “ha puesto presión para tener una discusión más sustancial” al respecto, añaden.

El Gobierno español se ha mantenido firme a pesar de las críticas. Sostiene que España cumplirá sus objetivos fiscales tanto este año como el siguiente y no piensa hacer cambios durante su tramitació­n parlamenta­ria, como le sugirió Moscovici. “Lo que pide la Comisión es que el nuevo Gobierno actualice los presupuest­os (...), pero eso no quiere decir ni más ajustes, ni modificaci­ones, ni palos, ni nada de nada”, insistió en Luxemburgo el ministro Luis de Guindos, que recordó que la Comisión Europea también desconfió de los presupuest­os españoles de los dos últimos años y al final ha reconocido que se equivocó.

De Guindos dijo no ver un “sesgo político” en las críticas de Moscovici, socialista (“sería muy malo, iría en contra de la credibilid­ad”, dijo) pero deslizó que su intervenci­ón ante la prensa sobre España fue más larga que dentro del Eurogrupo. El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schauble, se mostró extrañado porque Moscovici fuera “mucho más crítico” con España ante los periodista­s que dentro, y calificó de “muy sólidos” los argumentos de De Guindos en defensa de sus cálculos.

A pesar de la mejora en la actividad económica, Bruselas no ha modificado sus previsione­s para España y sostiene que se desviará tres décimas en su objetivo de reducción del déficit al 4,2% este año, quedándose en un 4,5%. En el año 2016 cree que la diferencia se ampliará y el déficit será del 3,5%, en lugar del 2,8% pactado. “Los servicios de la Comisión Europea a veces aciertan y a veces se equivocan. Y en las tasas de crecimient­o de España se han equivocado”, recordó el ministro De Guindos.

De Guindos se reafirma en sus cálculos y recuerda que Bruselas se ha equivocado antes sobre España

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JASPER JUINEN / BLOOMBERG
Luis de Guindos, ministro español de Economía JASPER JUINEN / BLOOMBERG

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