Juventud rebelde
Netanyahu defiende que el conflicto sólo se resolverá con “mucha sangre fría”
Pese a las llamadas a la calma del presidente palestino, Mahmud Abas, los incidentes siguen extendiéndose de Jerusalén oriental al resto de Cisjordania y a las ciudades palestinas de Israel.
El presidente palestino, Mahmud Abas, declaró ayer que “no pretendemos una escalada militar y hemos dado instrucciones al respecto a nuestras fuerzas de seguridad y a nuestros jóvenes”.
La impresión es que Abas y el primer ministro israelí, Beniamin Netanyahu, prefieren rebajar la tensión e impedir una tercera intifada. Sin embargo, los incidentes siguen extendiéndose desde Jerusalén Oriental al resto de Cisjordania y a las ciudades palestinas de Israel. Más de 3.000 jóvenes palestinos, por ejemplo, salieron ayer a la calle para enfrentarse al ejército israelí, con un balance de decenas de heridos. El jefe del Estado Mayor, Gadi Azancot, cree que se trata de “distintas olas de violencia” y no de “una gran explosión”. El general informó de la detención de 20 radicales judíos que planeaban represalias contra los palestinos. Teme que si toman la justicia por su mano la violencia se desborde.
El Ministerio de Defensa desmintió las informaciones sobre una reconquista militar de Cisjordania, tal como hizo en el 2002 durante la segunda intifada.
Moshe Yaalon, ministro de Defensa, pidió a los ministros y a los dirigentes de los colonos “que pongan fin a su actitud irresponsable y a declaraciones negativas para la seguridad de Israel”. Y es que el lunes por la noche, miles de seguidores de la derecha nacionalista israelí se manifestaron ante la residencia del primer ministro, acusándolo de “impotencia” ante la nueva ola de terrorismo, y exigiendo “mano dura” para ponerle fin. Lo que más irritó a Netanyahu y a Yaalon fue la presencia de cuatro ministros en la manifestación. Tres de ellos –Haim Katz (Ayuda Social) , Yariv Levin (Turismo) y Zeev Elkin (Absorción)– son miembros del Likud, el partido de Netanyahu.
El primer ministro ha replicado a la derecha más radical diciendo que “en esta lucha hay que actuar de forma responsable y exacta, sin exaltación y con mucha sangre fría”.
El ejército, mientras tanto, siguiendo las órdenes de Netanyahu, destruyó las casas de las familias de tres terroristas palestinos en Jerusalén Oriental. Los terroristas murieron en los atentados, pero Israel toma estas medidas de represalia pensando que así disuadirá a los violentos.
Las fuerzas de seguridad israelíes han capturado a los dos terroristas de Hamas que la semana
Ministros del Likud participan en una marcha de la derecha radical frente a la casa del primer ministro
pasada asesinaron a un matrimonio de colonos cerca del asentamiento de Itamar. Los acribillaron en el coche, con sus cuatro hijos sentados en el asiento de atrás. Uno de los dos terroristas resultó herido en una mano y estaba ingresado en el hospital de Nablús con nombre falso. Un oficial israelí aseguró que los niños hubieran corrido la misma suerte que sus padres si el terrorista no hubiera recibido un disparo accidental de su compañero.
Hamas aseguró en un comunicado que “no se trata de la primera célula de Hamas, ni tampoco de la última”. Israel busca a otra célula de Hamas en Cisjordania.