Sánchez: “No seré presidente del Gobierno a cualquier precio”
El líder del PSOE se declara sorprendido ante el aviso de Ximo Puig
¿Pactará el PSOE con Ciudadanos tras el 20-D, como muchos creen que anhela Pedro Sánchez? ¿Lo hará con Podemos? ¿Dejará gobernar a Rajoy si no saca un voto más que él, como proclamó Zapatero en el 2004? Al actual líder del PSOE le han hecho estas preguntas una y mil veces desde que es candidato a la presidencia del Gobierno, y aún se las harán mil veces más hasta el 20-D. Y él siempre zanja el debate asegurando que aspira a ser la primera fuerza política en la urnas. Ayer, no obstante, adquirió un compromiso: “Yo no estoy dispuesto a gobernar a cualquier precio, yo no voy a ser presidente del Gobierno a cualquier precio”. “Yo aspiro a aplicar mi programa porque creo que es lo mejor para España; un programa socialdemócrata, reformista y que modernice nuestro país”, explicó en la Cope.
Pese a que esta es la gran crítica que le hace Rajoy, el líder del PSOE aseguró que es justo al contrario, que es el PP el que hizo “todo y de todo para poder llegar a la Moncloa”. Rajoy, criticó Sánchez, “mintió a los españoles, porque se presentó con un programa electoral que luego no aplicó”, y además los jueces investigan si acudió “dopado con financiación irregular” a las elecciones en los últimos 20 años. “Yo no voy a hacer todo y de todo para llegar a la Moncloa. No voy a ser presidente del Gobierno a cualquier precio. Solo seré presidente si puedo aplicar un programa socialista, que es lo que necesita nuestro país”, destacó.
Sánchez reiteró que aspira a que el PSOE sea la primera fuerza el 20-D. ¿Y si no lo fuera? “Quien gana las elecciones tiene la responsabilidad de formar gobierno, y yo aspiro a tener esa responsabi- lidad. Si no lo soy, será la primera fuerza la que tenga la responsabilidad. Pero yo salgo a ganar el partido”, zanjó. La gran lección que hay que extraer de las elecciones en Portugal del pasado domingo, aseguró, es que la fragmentación del voto a la izquierda al final favorece que gobierne la derecha. Toda una apelación al voto útil.
El líder del PSOE, en todo caso, se mostró sorprendido –por no decir que muy molesto–, con la advertencia que el día anterior le hizo el valenciano Ximo Puig, al asegurar que el liderazgo en el partido puede ser “revisable” tras el 20-D. “La literalidad de todo lo que dijo es que apoya al secretario general y candidato del PSOE, pero efectivamente, en algún momento de la formulación de ese apoyo, he de reconocer que me resultó sorprendente”, admitió. Y, sobre las presuntas intenciones de las palabras de Puig, se limitó a decir que habrá que preguntárselo a él.
Tampoco quiso asumir el 20-D como su última bala en el revólver, y que vaya a tirar la toalla si no logra gobernar como pretenden sus críticos: “Aspiro a revalidar la secretaría general del PSOE, y a hacerlo como presidente del Gobierno”.
Ante la cuestión catalana, insistió en rechazar el debate de Catalunya como nación porque, dijo, el independentismo ha convertido este término en una “palabra trampa” para encubrir la independencia y la ruptura de la soberanía nacional y la unidad de España. “Nosotros vamos a estar siempre del lado de la Constitución y de la integridad y la unidad de España, ¡faltaría más!”. Y zanjó: “España es una nación plural, diversa e indivisible”.
“Vamos a estar siempre del lado de la Constitución y de la unidad de España, ¡faltaría más!”, subraya