Sánchez intenta aplacar la polémica por el cupo y blindarse ante el PNV
El líder del PSOE se declara “cómodo” con el sistema de financiación vasco
EL PSC SE SUMA A LA OFENSIVA “Cupo sí, cuponazo no”, clama Iceta ante los rendimientos del régimen foral vasco
TAMBORES DE GUERRA “No estoy en contra de la foralidad, pero sí de las asimetrías”, urge Ximo Puig
Pedro Sánchez se reunió por vez primera con Iñigo Urkullu en la lehendakaritza justo antes del paréntesis veraniego, el pasado 17 de julio. Fue algo así como el inicio de una bonita amistad, no en vano el PSOE piensa que el PNV podría ser un valioso aliado tras el 20-D. De hecho, en aquella cita en Ajuria Enea se sentaron las bases de futuros acuerdos en plena luna de miel entre el PNV y los socialistas vascos tras las elecciones municipales y forales de mayo que dieron pie al pacto que los dos partidos mantienen en las diputaciones y ayuntamientos vascos.
En aquel encuentro, por cierto, Sánchez coincidió con Urkullu en la apuesta por reforzar el autogobierno vasco, sin poner en cuestión en absoluto el concierto económico, que para el lehendakari es la “clave de bóveda” de dicho autogobierno. Por todo ello, y ante la ofensiva abanderada por la presidenta andaluza, Susana Díaz, y el presi- dente valenciano, Ximo Puig, y respaldada por otros líderes territoriales del PSOE que demandan una mejor financiación autonómica, Pedro Sánchez intentó aplacar la irritación de Urkullu y el PNV, además del enfado de los socialistas vascos, y zanjar la polémica. “Los socialistas –aseguró– nos sentimos a gusto y cómodos con el cupo vasco y con el concierto vasco”.
No es sólo que lo diga él sino que, subrayó, el PSOE lo tiene “escrito negro sobre blanco”, en la declaración de Granada que Alfredo Pérez Rubalcaba logró que todos los líderes territoriales socialistas suscribieran el 6 de julio del 2013. Allí, insistió Sánchez, “se reconocen dos cosas que no están puestas en cuestión: la primera es el concierto vasco; y la segunda, el cupo vasco”.
“Y por cierto –añadió el líder del PSOE, para redirigir el tiro–, yo le digo al Gobierno de España que el verdadero debate es renovar y actualizar el sistema de financiación autonómica, porque lleva cuatro años sin hacerlo”.
El debate interno, no obstante, siguió abierto en el PSOE. Así, Ximo Puig –mientras ya suenan estruendosos los tambores de guerra del 9 d’Octubre, la Diada valenciana–, insistió en su demanda: “No estoy en contra de la foralidad, sí de las asimetrías”. El concierto vasco, aseguró, “es una singularidad del País Vasco que hay que respetar”, pero “el resultado del cupo no puede llevar a asimetrías como se produce en estos momentos”. El cálculo del cupo, del que resulta el dinero que las haciendas forales vascas aportan al Estado por las competencias no transferidas –fijado en el 6,24%– es el causante de la polémica: su vigencia expiró hace cuatro años, y no se actualiza desde hace nueve. Puig incluso cifró el presunto agravio: si en los últimos años la Comunidad Valenciana hubiera recibido la financiación media de las comunidades forales –Euskadi y Navarra–, su territorio habría contado con 9.000 millones de euros más al año.
Al debate se sumó, además, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, recuperando un eslogan contundente: “Cupo sí, cuponazo no”. Nada nuevo, insistió, pues así lo tiene escrito ya en un artículo de 1997. El líder de los socialistas catalanes, en TV3, insistió en todo caso en distinguir entre el concierto y el cálculo del cupo, que es lo que vino a equiparar a aquel famoso premio de la Once. La prioridad, dijo, es revisar el sistema de financiación autonómica. “Lo que no puede ser –criticó– es que el rendimiento de los dos sistemas sea tan exorbitantemente diferente, porque hay un abismo”.
Pero tan perjudicados se están viendo por sus propios compañeros de partido, que los socialistas vascos presentaron ayer una iniciativa para su debate urgente en el Parlamento vasco, donde reclaman un “pronunciamiento inequívoco” en defensa del concierto e instan a los gobiernos vasco y español a acordar la actualización del cupo.