La muerte de la novia de Carrey, un triste culebrón
Pasiones y desengaños amorosos, problemas psicológicos, sectas, barbitúricos, broncas familiares, notas de suicidio... De todo eso y más hay en el caso de la muerte de la novia de Jim Carrey (53), que desde el primer momento pareció claro que se convertiría en un culebrón.
Las novedades y suposiciones sobre el caso se han ido sucediendo desde que la maquilladora Cathriona White (29) fue encontrada muerta en su casa el 28 de septiembre, cinco días después de que el actor rompiera con ella por segunda vez, tras haber tenido una primera relación de varios meses en el 2012.
Junto al cadáver, que será enterrado este domingo en el pueblo irlandés en el que nació White, se encontraron diversas pastillas y una nota de suicidio. Parte de esta ya ha trascendido: “Jim, te amo. Por favor, perdóname. Yo no soy para este mundo”. En cuanto a las pastillas, al parecer se trata de tres o cuatro barbitúricos y psicofármacos y saltó la sorpresa de que habían sido recetadas para Carrey. Una hipótesis es que él los usaba ocasionalmente y que ella se los quitó sin que el actor se diera cuenta. Otra posibilidad es que era ella la que tenía problemas psicológicos y que el actor le conseguía los medicamentos. Una tercera hipótesis es que White los usaba como parte de una terapia que se le había recomendado en la iglesia de la Cienciología, a la que pertenecía. Curiosamente algunos allegados a Carrey han afirmado que él desconocía que White era ciencióloga. Otros datos que han trascendido es que la joven estaba casada, aunque en trámite de divorcio, que ya intentó suicidarse en el 2012 (el año que conoció a Carrey, aunque parece que el motivo fue la muerte de su padre) y que días antes de suicidarse tuvo también una fuerte discusión con su madre. / Redacción