El artista conceptual Isidoro Valcárcel, premio Velázquez
Isidoro Valcárcel (Murcia, 1937) ha sido galardonado con el premio Velázquez 2015. Valcárcel se ha caracterizado por su inconformismo y su resistencia a dejarse absorber por la ceremonia del mercado del arte y la musealización: “La palabra artista implica un canon, la obra se ve con una cierta reverencia, cuando no veneración. Y eso es estúpido. Bien está que uno trabaje en ese campo y que trate de hacerlo bien, pero con la clara conciencia de cuál es la trascendencia verdadera de eso, que no va más allá que la de cualquier otro tipo de trabajo”. Tan resistente es el nue- vo Velázquez a la institucionalización que en 2006, cuando el Macba le propuso incorporar su obra a la colección, decidió pintar una pared del museo empleando, en lugar del rodillo reglamentario, un pincel. Cobró “a precio de pintor de brocha gorda”, contaba, y dejó a la voluntad de la institución repintar la pared: “A disposición del museo queda decir que eso ocurrió. La obra pertenecerá a la colección pero el público no la podrá ver”. Interesado en la condición efímera y desacralizada del arte, considera que “las cosas cuando se coleccionan se petrifican. Y eso es triste, aburrido y anticreativo”.
El ganador del premio Nacional de Ar- tes Plásticas en 2007 es conocido por resistirse a las veleidades del mercado del arte. “El que vende las cosas a precio millonario hace bien, desde una posición de hombre integrado en la tecnocracia dominante; hace mal, desde la postura de artista creador. Porque esos precios sólo se pagan cuando el artista repite su molde. Si cambia el lenguaje, como sería su obligación, se queda a dos velas porque no responde a la lógica de la mercancía”, señalaba con ocasión de su acción en el Macba. Artista, filósofo, y, por su posición reflexiva, crítico de arte ( crítico del arte), Valcárcel evolucionó desde una abstracción elemental hacia las estructuras constructivas y en los años ochenta se aproximó a la arquitectura. Con el tiempo, sus obras se han desmaterializado potenciando la experiencia antes que el objeto. El premio Velázquez, que nació como homólogo de Cervantes para las artes plásticas, está dotado con 100.000 euros.