La hora de la pureza
En la votación del 26 de febrero la FIFA necesita una cara creíble
Se busca persona con un gran conocimiento del fútbol, que esté limpio de escándalos, cuya imagen no esté deteriorada sino que sea una figura que aglutine y que se vea capaz de liderar un cambio total. Se le necesita para reconciliar a los aficionados con los dirigentes, a las bases con las élites y a los que pagan los entradas y los asientos de los campos con los que se sientan en la poltrona y en los despachos. No es una empresa fácil. Y no hay tantos voluntarios.
Quedan cuatro meses y medio para encontrar a ese príncipe encantador. De momento, no ha aparecido... y tiene veinte días para presentarse porque antes del 26 de octubre hay que presentar los avales necesarios –de 5 federaciones nacionales– ante la Comisión Electoral de la FIFA para poder ser candidato el 26 de febrero.
En el congreso extraordinario de ese día la FIFA tendrá que elegir entre el aire puro y la casta. El debate está servido: ¿Una persona de fuera u otro tecnócrata con pasado vinculado? Con el añadido de que un candidato de dentro del aparato no será creíble ni aceptado ni por los patrocinadores, que por una vez se han mojado.
De momento, ya se habían postulado para el cargo el príncipe jordano Ali bin al Husein –que perdió en junio en las pasadas elecciones contra Blatter pese a tener el apoyo de los otros precandidatos, el holandés Van Praag y Luis Figo–, el presidente de la Federación de Liberia, Musa Bility, enfrentado con la Confederación Africana lo que le complica la obtención de avales, y Michel Platini, que ya los tiene.
Monsieur Fútbol era ese hombre respetado que generaba simpatía y unanimidad. Magnífico jugador, y curtido en la UEFA, se le veía como candidato ideal para que el deporte estuviese en manos de los exdeportistas. Pero la corrupción de Blatter le ha salpicado. Ese papel impoluto y que podrían representar Rummenigge o Paolo Maldini lo pretende asumir la leyenda brasileña Zico, estrella de la canarinha en los Mundiales de 1978, 1982 y 1986, que ya ha anunciado su deseo de presentarse para hacer una limpieza. Pero también lo podría reclamar Romário, campeón del mundo en 1994 y cuya la-
EL PERFIL IDEAL
Los patrocinadores y los aficionados no aceptarán un hombre con un pasado de corrupción
bor como senador ha sido alabada, o Davor Suker, actual miembro del comité ejecutivo de la UEFA. También el COI está preocupado. La FIFA “debe estar abierta a un candidato exterior creíble y de alta integridad para cumplir las reformas y garantizar la estabilidad” de la institución, apuntó ayer el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, en un comunicado.
A la espera de un Mandela para la FIFA, un sudafricano, preso también en Robben Island durante el apartheid, empieza a sonar como posible hombre de consenso. Es Mosima Gabriel Tokyo Sexwale (62 años). En los 13 años que estuvo en la cárcel participó en las ligas internas de fútbol que organizaron los presos. “El fútbol era una forma de luchar por la libertad”, relató a Xavier Aldekoa. Excarcelado en 1990, hizo fortuna con la compra de franquicias de McDonald’s y la minería. Sexwale ha sonado incluso como presidenciable en su país, del que fue ministro entre 2009 y 2013. Actualmente ha sido elegido por la FIFA para el Comité de Vigilancia entre Palestina e Israel, lo que refuerza su carácter dialogante y ya tiene los primeros apoyos pese a que aún barrunta si entra en la carrera electoral o no. “Destila neutralidad y sería una buena solución. Creo firmemente que la Federación Alemana apoyaría su candidatura”, apunta Franz Beckenbauer.
La Federación germana encabezará la reunión convocada de urgencia por la UEFA para el próximo jueves 15 en Nyon, donde tratará la situación. Sin embargo, hay dos que ya se han desmarcado. Son la FA inglesa y la FFF francesa. Ellos todavía creen en Platini.