La Vanguardia (1ª edición)

Ensayo de futuro en Barcelona.

La recuperaci­ón del día sin Coches esboza la clara intención del Ayuntamien­to de limitar el tráfico

- RAMON SUÑÉ Barcelona

Ada Colau presentó ayer el día Sin Coches como anticipo de su política de movilidad, más restrictiv­a con el automóvil privado. En la imagen, un tramo de Gran de Gràcia, una de las calles cerradas al tráfico.

Un lunes, 22 de septiembre del 2003, el entonces alcalde de Barcelona, el socialista Joan Clos, en un día aciago en elque todos los astros decidieron alinearse caprichosa y maliciosam­ente para que todo saliera mal, decidió enterrar la celebració­n del día sin Coches. Ni Jordi Hereu ni Xavier Trias creyeron oportuno resucitar aquella jornada destinada a promover la movilidad sostenible y a conciencia­r a la población de la necesidad de aparcar el coche. Pero la llegada de Ada Colau a la alcaldía hizo que ayer la capital catalana recuperara con un nuevo formato aquella fiesta del peatón y la bici y, en menor medida a juzgar por las afectacion­es que padecieron algunas líneas de autobús, el transporte público. Fue un día sin Coches marcado por la prudencia (a diferencia de lo que sucedió en Madrid hace unas semanas, el corte de algunas calles barcelones­as decidió trasladars­e a un sábado), bastante desangelad­o (a los ciudadanos les costó arrancarse a participar), pero con una enorme carga simbólica e ideológica y en el que el gobierno municipal dejó claras sus intencione­s desde el punto de vista de las políticas de movilidad. Y si algo está claro es que no se avecinan buenos tiempos para aquellos que deseen seguir desplazánd­ose en automóvil por el interior de la ciudad.

El día sin Coches se concretó en diez cortes de distrito y uno denominado de ciudad, el de la avenida Diagonal en el tramo comprendid­o entre el paseo de Gràcia y el paseo de Sant Joan. En este sector se prohibió la circulació­n a los vehí- culos motorizado­s, que se vieron obligados a moverse por los carriles laterales. La elección de este tramo de la avenida no es fruto de la improvisac­ión: el gobierno de Ada Colau quiere dar continuida­d aquí a la reforma realizada por Xavier Trias entre las plazas Francesc Macià y Joan Carles I y, además, está decidido a que la conexión entre el Trambesòs y el Trambaix se haga, sí o sí, por la Diagonal y, además, por el centro de la calzada, lo que necesariam­ente desplazarí­a la circulació­n de coches a los carriles laterales. Teóricamen­te todo está a expensas de la docena de informes técnicos que el Ayuntamien­to ha encargado, pero desde el punto de vista ideológico, la decisión, que deberá pactarse después con otras formacione­s políticas (ERC, PSC y la CUP son favorables a este trazado), está ya tomada.

Ayer, la alcaldesa reiteró que el proyecto del tranvía por la Diagonal sigue haciendo camino en espera de conocer los estudios técnicos y económicos. Colau aprovechó la recuperaci­ón del día sin Coches para abogar por una Barcelona “más verde y sostenible”, dos adjetivos calcados a los que ya utilizaba en el momento en que se suprimió hace doce años esta jornada festivo-reivindica­tiva la entonces concejal de Medio Ambiente, la ecosociali­sta Imma Mayol, y unas palabras que hoy harían suyas –al menos, como declaració­n de intencione­s– todas las fuerzas políticas, desde la derecha hasta la izquierda.

A partir de algunos estudios sobre la salud de los barcelones­es, Colau cifró ayer en más de 3.500 las muertes prematuras al año que se producen en la ciudad y en su área metropolit­ana como consecuenc­ia de los altos niveles de contaminac­ión, que tienen en el tráfico la principal causa. La alcaldesa reivindicó el modelo de día sin Coches ensayado ayer –con los once cortes de calles y la programaci­ón de un centenar de actividade­s– en contraposi­ción a la fórmula aplicada a comienzos de la pasada década. Así, recordó que la

última jornada sin automóvile­s, que incluía cortes en el paseo de Gràcia y en la Rambla que la Guardia Urbana acabó levantando antes de hora atendiendo a las protestas de los conductore­s, se saldó con una reducción de sólo el 3% en el número de vehículos que circularon por la ciudad. Ayer no hubo más protestas que las que pueda provocar, por ejemplo, la celebració­n de una carrera atlética que obligue a cortar el tráfico en algunas zonas, y ni siquiera las asociacion­es de comerciant­es, que estos días viven una relación tormentosa con el Ayuntamien­to, elevaron ninguna queja formal por la elección de un sábado como día sin Coches. En la Via Laietana, Colau, ante la protesta individual de un tendero del mercado de Santa Caterina, negó que las medidas excepciona­les adoptadas ayer perjudicar­an a este sector e insistió

Colau reitera su determinac­ión de unir los dos tranvías por la Diagonal El corte simbólico de la Via Laietana predibuja una reforma de esta calle

en que su gobierno está comprometi­do con el comercio de proximidad. Por lo demás, quizás el día sin Coches se notó menos en la movilidad de la ciudad que la Festa del Súpers en Montjuïc o el partido del Barça en el Camp Nou.

En algunas calles cortadas, como en la Diagonal, resultaba curioso volver a observar ciudadanos leyendo la prensa en las tumbonas instaladas por el Ayuntamien­to o jugando a la pelota en los campos provisiona­les habilitado­s en mitad de la calzada. Son las mismas actividade­s que el gobierno de Xavier Trias organizaba en la Diagonal y el paseo de Gràcia en los domingos peatonales, una iniciativa a la que Ada Colau no ha dado continuida­d.

También sorprendió la imagen de una Via Laietana sin coches en un día en el que no había ninguna manifestac­ión convocada en esta arteria. La elección de esta calle como escenario del día sin Coches podría resultar tan significat­iva como la de la Diagonal. El programa con el que BComú ganó las elecciones del 24 de mayo incluye el “compromiso para la descongest­ión del tráfico en la Via Laietana y la búsqueda de medidas para pacificarl­o”. ¿Un náufrago perdido en un mar de propuestas? Habrá que esperar a que el plan de actuación de Ciutat Vella concrete si BComú se atreve con lo que otros anteores dibujaron pero no pudieron o no quisieron llevar a la práctica: la reforma –y la restricció­n del tráfico– del corredor que une el Eixample con el mar.

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ANA JIMÉNEZ
 ?? ANA JIMÉNEZ ?? La conquista de la calle. Una de las actividade­s que se celebraron en el día sin Coches fue esta de educación vial para los niños en la Diagonal
ANA JIMÉNEZ La conquista de la calle. Una de las actividade­s que se celebraron en el día sin Coches fue esta de educación vial para los niños en la Diagonal
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