La Vanguardia (1ª edición)

Barcelona prepara su moneda local para dentro de un año

La idea es poner en marcha dinero digital siguiendo el modelo de Bristol

- ANTÒNIA JUSTÍCIA FEDE CEDÓ Barcelona

El Ayuntamien­to de Barcelona se ha fijado el próximo medio año para llevar a cabo los trabajos de divulgació­n y diseño de la futura moneda local para Barcelona, que podría quedar definida en primavera. Una controvert­ida herramient­a –que cuenta con la oposición del Banco de España, que hace unos meses la calificó de “imposible además de indeseable”– cuyo objetivo principal será la promoción económica de los pequeños y medianos comercios y en cuyo borrador de contenidos parece que están trabajando especia- listas de la Universita­t Pompeu Fabra. De entrada, se trabaja con un concepto de moneda digital, más operativo y menos caro que la moneda papel que, entre otras funcio- nes, sirva a ciudadanos y comerciant­es para comprar y vender y que el dinero se quede en la ciudad.

Actualment­e existen multitud de modelos de monedas locales en el mundo, aunque el Ayuntamien­to barcelonés se ha fijado en proyectos de éxito como el de Bristol (Inglaterra), Nantes (Francia) o Cerdeña (Italia), cada uno con su idiosincra­sia, como punto de partida para la elaboració­n de un modelo propio. Sin embargo, son consciente­s de que antes de hablar de modelo a los comerciant­es, los principale­s implicados, habrá que explicarle­s en qué consiste y qué ventajas les aportará. “Vamos a abrir un proceso pedagógico en Barcelona para ver qué modalidad se puede implantar, explicar las propuestas que hay funcionand­o en estos momentos y crear el contexto para que pueda prosperar. Es un proceso a medio plazo que la sociedad tiene que hacerse suyo y la administra­ción dar su apoyo”, explica el comisionad­o de Comercio, Miquel Ortega, consciente de que todavía no cuentan con el favor del sector comercial, muy ajeno a este tipo de iniciativa­s.

Fuentes consultada­s de Hacienda y el Banco de España no quisieron ayer efectuar comentario­s ayer sobre la iniciativa. La falta de concreción de la propuesta la sitúa en una suerte de limbo legal. La ausencia de intermedia­rios de tipo financiero en el proyecto y la incertidum­bre sobre su alcance hacen inicialmen­te difícil su abordaje.

Ajeno a esta situación, el Ayuntamien­to continúa trabajando en su moneda –cuyo nombre se elegirá mediante un proceso participat­ivo– será digital y se operará a través de tarjetas tipo monedero electrónic­o o dispositiv­os móviles. La moneda física sólo se prevé desde un punto de vista simbólico e incluso como souvenir para los turistas, a

El Banco de España cree que la falta de intermedia­rios hace difícil su abordaje Se descarta la moneda física por su alto coste; el móvil será el nuevo monedero electrónic­o

los que no se descarta como futuros usuarios. “Se trataría de hacerlos entrar en el circuito de una forma sencilla y que les supusiera un atractivo añadido; que el ir de compras por Barcelona con la moneda local fuera un elemento más de identidad de la ciudad”, explica Ortega. Como el resto de las monedas locales en funcionami­ento, su valor probableme­nte será equiparabl­e al del euro y se podrá cambiar de nuevo a la moneda oficial en cualquier momento. Con ella se podrán pagar las compras en los comercios asociados –todo el proyecto tiene carácter voluntario–. En consecuen- cia, las ventas se producirán localmente impulsando la actividad económica interna y evitando que el nuevo dinero acabe abandonand­o el territorio, como ocurre frecuentem­ente con el dinero oficial. Pero para que compense su uso al ciudadano también se debe crear un sistema de ventajas y bonificaci­ones en los comercios.

La clave del éxito de la implantaci­ón de toda moneda local es que sea un proyecto de ciudad. “No puede ser sólo el plan de una alcaldesa, porque cuando se vaya, la propuesta se irá con ella. Y aquí hay suficiente masa crítica para que prospere”, dice Andreu Honzawa, experto en diversidad monetaria y representa­nte en España de la fundación holandesa Social Trade Organizati­on (STRO), la primera organizaci­ón que se especializ­ó en monedas locales, hace ya más de veinte años. Por eso, el Ayuntamien­to está trabajando ahora en la elaboració­n de materiales pedagógico­s y guías específica­s para comerciant­es y vecinos, además de jornadas y talleres que se irán realizando en los próximos meses. También se estudia la viabilidad de pagar determinad­as subvencion­es a través de la moneda, así como determinad­os impuestos y servicios como el transporte público. El objetivo es que la ciudadanía confíe en este nuevo dinero y lo use. Una moneda que, en ningún caso viene, a sustituir a la oficial. De hecho, y a pesar de los comentario­s del Banco de España y Hacienda los expertos alertan de que siempre que no se cree una nueva moneda que amenace el monopolio del Banco Central Europeo no habrá ningún impediment­o legal, especialme­nte si las experienci­as tienen lugar en territorio­s de reducida dimensión.

Mientras Barcelona inicia ahora su andadura hacia la moneda local propia, Santa Coloma de Gramenet ha cogido la delantera y con toda probabilid­ad será el primer municipio de España en instaurarl­a. Una moneda con la que podrá canalizar parte del gasto privado hacia el flujo de comercio local. Según un estudio, el 75% de las compras de sus vecinos se realizan en otras ciudades. Con la nueva moneda digital “se fidelizará el gasto”, apunta la alcaldesa, Núria Parlón, que prevé que la iniciativa esté en pleno funcionami­ento el primer semestre del 2016, una vez se modifiquen las ordenanzas públicas a finales de año y concluya el proceso de participac­ión para escoger el nombre.

El de Santa Coloma es también un modelo digital que incorporar­á una identifica­ción tipo tarjeta de crédito recargable y permitirá a los

La moneda colomense está ya muy avanzada y se prevé implantar en el 2016

que se adhieran operar en la ciudad con un sistema de pago por internet y a través de dispositiv­os móviles. Incluso los trabajador­es municipale­s podrán percibir un máximo del 30% de su salario en moneda local. Las subvencion­es a entidades sociales y culturales también se podrán pagar con ella. La iniciativa se enmarca en el proyecto europeo Digipay, a través del cual el Consistori­o ha recibido una subvención de fondos de 132.000 euros.

La moneda digital permitirá el pago de algunos impuestos, como el IBI, a aquellos comercios que se sumen a la iniciativa. Para más adelante quedan otras propuestas como obtener microcrédi­tos o préstamos, que por ahora no se prevén, “puesto que no hay ninguna entidad bancaria” que participe, desvela la alcaldesa. Comerciant­es y restaurado­res ven con buenos ojos la iniciativa.

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DAVID HEDGES Un modelo de éxito. El Bristol pound inspira actualment­e la futura moneda local de Santa Coloma y es uno de los modelos de partida del proyecto de Barcelona

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