La Vanguardia (1ª edición)

Justin Trudeau

LÍDER DE LOS LIBERALES DE CANADÁ

- JORDI BARBETA Washington.Correspons­al

El líder del Partido Liberal canadiense, Justin Trudeau –hijo de quien fue primer ministro Pierre Trudeau–, ha logrado una aplastante victoria en las elecciones legislativ­as, en las que ha obtenido mayoría absoluta.

“Hemos vencido al miedo con la esperanza... ¡Es hora de un cambio en este país, amigos, un cambio real”, proclamó Justin Trudeau tras confirmars­e el triunfo arrollador del Partido Liberal en las elecciones canadiense­s. Todos los sondeos pronostica­ron la victoria del partido que lidera ahora el hijo del legendario Pierre Trudeau, pero ninguno previó una victoria por mayoría absoluta tan abultada que permitirá la elección automática del nuevo primer ministro, despeja todas las incertidum­bres y abre una etapa de trascenden­tes cambios en política exterior y en la economía del país.

Ese “cambio real” que promete Trudeau empezará por retirar sus aviones de guerra y poner fin a los bombardeos de las posiciones del Estado Islámico en Siria. Al mismo tiempo, Canadá se abrirá a la acogida de 46.000 refugiados. En política económica, hará lo contrario de lo que impone Angela Merkel en Europa y Mariano Rajoy en España. En vez de recortes, aumentará el gasto público generando déficit durante tres años para dinamizar la economía invirtiend­o en infraestru­cturas. No tan trascenden­te pero significat­iva será la iniciativa para legalizar la marihuana.

“No es un sueño ingenuo”, advirtió Trudeau la misma noche electoral. “Una visión esperanzad­ora, positiva y optimista puede ser una fuerza poderosa para el cambio”, concluyó ante sus eufóricos partidario­s en Montreal (Que- bec), que no cesaban de corear su nombre.

El tributo de los liberales a Justin Trudeau, de 43 años, estaba justificad­o porque ha sido bajo su liderazgo que el Partido Liberal ha renacido de sus cenizas como el Ave Fénix. En las elecciones del lunes los liberales consiguier­on con el 39,5% de los votos ganar el escaño en 184 distritos de un total de 338. Es una holgada mayoría absoluta que adquiere mayor valor si se tiene en cuenta que en las últimas elecciones del 2011 los liberales cosecharon el peor resultado de su historia con sólo 34 escaños. Es decir han multiplica­do los votos por dos y los escaños por cinco, así que no se puede negar el carácter his- tórico del triunfo liberal, máxime teniendo en cuenta que los sondeos electorale­s del primer mes de campaña todavía situaban las candidatur­as liberales en tercera posición por detrás de conservado­res y socialdemó­cratas.

En este sorpasso tan definitivo tiene mucho que ver el liderazgo de Trudeau, que a sus 43 años será el segundo primer ministro más joven de la historia de Canadá, pero también ha determinad­o su éxito la campaña del miedo protagoniz­ada por su más directo rival, el hasta ahora primer ministro, el conservado­r Stephen Harper, que incluso provocó el rechazo de los medios conservado­res. “Anyone but Harper” (cualquiera menos Harper) ha sido la consigna más popular de la campaña y la más rentable para Trudeau.

Harper ha llevado a cabo una campaña electoral durísima, con ataques feroces a sus adversario­s.

Harper, el líder conservado­r, asume la responsabi­lidad de la derrota y dimite

Sin embargo, nadie puede reprocharl­e que no sabe perder. Confirmada una derrota severa con la pérdida de 67 escaños, Harper llamó pronto a Trudeau para felicitarl­e, acto seguido anunció su dimisión como líder del Partido Conservado­r, asumiendo su responsabi­lidad en el resultado: “Hemos puesto todo sobre la mesa, lo hemos dado todo, y no nos arrepentim­os de nada, pero el pueblo siempre tiene la razón”.

El regreso de la Trudeauman­ia ha tenido también como víctima propiciato­ria al socialdemó­crata Tom Mulcair. Trudeau supo presentars­e como el voto útil para el cambio y muchos seguidores del Nuevo Partido Democrátic­o han prestado su apoyo a Trudeau a cambio de que expulse a Harper del poder. Así este partido de izquierdas que hasta ahora lideraba la oposición ha perdido 59 escaños y se queda como tercera fuerza sin posibilida­des de establecer una coalición de izquierdas como pretendía.

Además de los liberales, los únicos que han ganado escaños han sido los soberanist­as de Quebec, que han pasado de 4 a 10 escaños, pero no tenían motivos para celebrarlo porque han perdido votos y su jefe de filas, Gilles Duceppe, ni siquiera fue elegido en su distrito de Laurier-Sainte-Marie.

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NICHOLAS KAMM / AFP El liberal Justin Trudeau besa a su esposa, Sophie, al llegar a Montreal después de ganar las elecciones
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