Unidad conservadora
El PPE aprobará la defensa de la integridad territorial frente a la independencia
Mariano Rajoy recibirá en el congreso del Partido Popular Europeo celebrado en Madrid el apoyo de los líderes conservadores de la UE.
No será la primera vez que Mariano Rajoy reciba el apoyo más o menos explícito de dirigentes europeos a su posición sobre Catalunya y a la defensa de la unidad de España, pero hoy se sumará el congreso del Partido Popular Europeo (PPE), que se reúne en Madrid. El presidente del Gobierno central confiaba en la cita, para recibir no sólo un aval, sino un compromiso de todos sus socios europeos, a que estarán a su lado si el desafío soberanista sigue adelante.
Un total de 15 jefes de Estado y de Gobierno, más el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, a quien le quedan tres años y medio de mandato, y el presidente del Consejo, Donald Tusk, apoyarán y aprobarán la resolución que sobre la integridad territorial de los estados y contra el secesionismo se discutirá en el plenario del congreso.
Es una de las ocho resoluciones que se debatirán en el cónclave de los populares europeos, pero una de las tres que han sido impulsadas, de forma conjunta, por las principales formaciones del PPE: la CDU de Angela Merkel, Les Républicains, de Nicolas Sarkozy; y el PP de Mariano Rajoy, lo que no só- lo asegura la aprobación del texto, sino que España se garantiza que los países gobernados por partidos pertenecientes al PPE, seguirán las directrices marcadas en esa resolución, ya que los textos que apruebe el congreso son de obligado cumplimiento para los partidos que lo componen, que son los que después desde los gobiernos tendrán que fijar su posición.
Por eso, el presidente español ha tenido especial interés en llevar esta resolución a la discusión del plenario del PPE. Hace año y medio, los populares europeos adoptaron una declaración en el mismo sentido, durante el congreso extraordi- nario que celebraron en Dublín para elegir a su candidato en las elecciones europeas del 2014, pero se quedó en simple declaración, sin votación ni vocación vinculante.
Entonces, cuando el desafío soberanista se desdeñaba y se estaba a la espera del debate en el Congreso de la proposición del Parlament que pedía la cesión a Catalunya de la competencia relativa a la celebración de un referéndum, los dirigentes populares europeos ya alzaron la voz en favor de la soberanía nacional, la liquidación de fronteras y la integración en el proyecto común europeo. El proceso independentista ha sido tratado, según han admitido los dirigentes del PP consultados, en numerosas reuniones de las asamblea políticas del PPE, el máximo órgano de dirección del partido entre congreso y congreso, ya que existe una preocupación en Europa por el desafío catalán.
Y es que las pretensiones independentistas no se limitan a España. No sólo es el referéndum que se celebró en Escocia en septiembre del 2014, es que Francia ve cómo existen movimientos rupturistas en Córcega e incluso en Bretaña. También algunos landers alemanes han introducido el debate
Ahora, la resolución, sin citar a Catalunya, que todavía está en fase de primer borrador, defenderá la integridad territorial de los estados pertenecientes a la Unión, subrayará que el proyecto de la Unión es la suma de estados, y que para la defensa de los estados integrantes es importante ser cuantos más mejor, y hará hincapié en que Europa es un proyecto de paz y solidaridad “y no de división y particularismos”.
Además, los populares europeos incorporarán a la resolución, según fuentes del PP, la doctrina europea elaborada con motivo del referéndum en Escocia, sobre la salida de Europa del país que se independiza y los trámites que deberán seguir para volver a pertenecer a la Unión.
Los partidos populares de España, Francia y Alemania han acordado otra resolución sobre la inmigración y el asilo, y otra sobre las reformas para el crecimiento económico y la creación de empleo. Aunque no se traducirá en una resolución, también han propiciado un debate que se celebrará en el seno del congreso sobre “Democracia bajo asalto. La amenaza del populismo”.