Hollande, abucheado en la ‘banlieue’ parisina que le votó en masa en el 2012
Recién salidos de una conferencia social que fue boicoteada o criticada por los dos principales sindicatos de Francia, François Hollande y sus ministros están viviendo un incidente detrás de otro que les recuerda tanto su propio desgaste y desprestigio como el mal humor de muchos franceses. Ayer el presidente fue abucheado durante su visita a La Courneuve, una barriada de paro y emigración de la periferia parisina que Sarkozy prometió “limpiar a manguerazos” cuando era presidente.
“Lárgate”, le gritaron un grupo de jóvenes. “¿El cambio para cuándo?, aquí vivimos en la miseria”, le increpó un vecino. “Es lo mismo que Sarkozy”, decía otro, mientras algunos le pedían fotografiarse con sus móviles. Mantenidos a distancia por los antidisturbios, un grupo de trabajadores intentaban hacerle llegar su mensaje: “Hollande, lo humano va por delante de la finanza”.
Cuando se van a cumplir diez años de la muerte de dos adolescentes de Clichy-sous-Bois perseguidos por la policía y a menos de dos meses de las elecciones regionales, en las que se espera otro descalabro socialista, el presidente recoge protestas por doquier. La semana pasada en Saint Na- zaire, un sindicalista de la CGT se negó a estrecharle la mano. La detención de seis empleados de Air France acusados de los mal- tratos que dos altos ejecutivos de la empresa sufrieron el día 5 después de anunciar un nuevo plan de 2.900 despidos, ha caldeado el ambiente. Las camisas destroza- das de aquellos dos ejecutivos, con la inscripción, “la próxima será la tuya”, han acompañado desde entonces varias apariciones públicas del ministro de Economía, Emmanuele Macron, un exbanquero de inversión.
Hollande parece convencido de que todo esto no es representativo del humor de la nación. Ayer, cuando un trabajador le aleccionó sobre la “violencia patronal” y el “chantaje del empleo” en el contexto del conflicto de Air France, parecía desvalido.
Sus colaboradores, al contrario, subrayan el arrojo de Hollande al no rehuir los escenarios más comprometidos, olvidando quizá que en este mismo barrio, gobernado por comunistas, su candidatura obtuvo el 75% del voto en el 2012. En cualquier caso, la “operación de seducción” que quería ser la visita al barrio fue un fracaso para esa imagen de la que el Elíseo está tan pendiente: Ho-
El fiscal pide la absolución de Marine Le Pen, acusada en Lyon de incitar al odio religioso
llande concluyó su visita saliendo por la puerta trasera y bajo protección policial.
Mientras tanto en Lyon la ultraderechista Marine Le Pen, líder del “primer partido de Francia”, como se define pomposamente el Frente Nacional, candidata con posibilidades de victoria en Nord-Pas-de CalaisAquitania en las regionales de diciembre, acudía desafiante al juzgado para responder de una acusación de incitación al odio por comparar en el 2010 las plegarias callejeras de musulmanes en París –por falta de mezquitas– con una “ocupación”. “Vengo a defender la libertad de expresión y el principio republicano de laicidad”, dijo Le Pen, que designa a los iniciadores de la denuncia contra ella como “organizaciones subvencionadas por el sistema”. El fiscal pidió la absolución, por considerar que no hay en sus declaraciones indicio de delito.