Costa anuncia un pacto de izquierdas
El líder socialista portugués cierra un acuerdo con los comunistas y el Bloco
El Partido Socialista de António Costa decidió ayer, pese a haber sido derrotado en las urnas ante el centroderecha de Pedro Passos Coelho, que intentará formar un gobierno con el marxista Bloco de Esquerda, partido hermanado con la coalición griega Syriza, y los comunistas. Los tres partidos aseguran que se centrarán en cuestiones como la protección de los salarios, las pensiones y el trabajo, y dejarán al margen los asuntos macroeconómicos en los que hay discrepancias.
“Juzgamos que existen condiciones para que haya, por parte del PS, una solución que beneficie y garan- tice la voluntad inequívoca expresada por los portugueses, que pidieron un cambio de política”, afirmó António Costa.
Las declaraciones de Costa se produjeron después de la reunión que celebró ayer con el presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, quien, constitucionalmente, es el encargado de decidir quién será el próximo primer ministro.
Cavaco Silva hará lo que “crea mejor”, aunque las decisiones no deben prolongarse en el tiempo para no extender la “indefinición y la inseguridad”, alertó Costa, cuyo partido obtuvo en las urnas el 32% de los votos, por detrás del 39% de la alianza centroderechista de Passos, en el poder desde el 2011 y encargado de la dura política económica condicionada por el rescate.
Aun así, se espera que el presidente portugués nombre primer ministro a Passos Coelho por ser el líder de la formación política más votada. Pero los conservadores deberán obtener además la aprobación de una amplia mayoría del Parlamento para empezar a funcionar.
En la Asamblea portuguesa, la alianza centroderechista del PSD y el CDS-PP suma 107 escaños, frente a los 86 del PS, que, unido al Bloco (19) y a los comunistas (17), podría impedir que el nuevo gobierno tomase posesión con 122 votos, seis más de la mayoría absoluta (116).
Si una moción de rechazo prosperase, la inestabilidad se prolongaría hasta junio, cuando se convocarían nuevas elecciones, mientras el actual Ejecutivo conservador se mantendría en funciones. “Será un pérdida de tiempo nombrar a Passos”, dijo la líder del Bloco, Catarina Martins. Aun así, el actual primer ministro insiste en que “la fuerza política que ganó las elecciones” es la que tiene que “constituir gobierno” y recordó que en el pasado ya hubo ejecutivos en minoría.
En caso de que se cierre el pacto de izquierdas, sería un hecho inédito en Portugal, ya que las relaciones entre socialistas y comunistas nunca fueron buenas.