La amenaza fascista
Le sec et l’humide Autores: J. Littell i G. Cassiers Director: Guy Cassiers Lugar y fecha: El Canal de Salt. Temporada alta (18/X/2015)
Un prólogo de 60 minutos titulado Le sec et l’humide como el que el domingo ofreció El Canal de Salt, introito a The Littell project de Guy Cassiers –proyecto dentro del cual se podrá ver la adaptación de la monumental novela Las benévolas en el 2016–, parece una muestra más de la debilidad presupuestaria de Temporada Alta, llena de excelentes espectáculos internacionales de los cuales se hace una representación única. “Y aún gracias”, como decíamos en el paleolítico, cuando la absoluta miseria y el teatro iban del brazo. Las instituciones que subvencionan el Festival de Tardor tendrían que comprender que la relación entre unas pro- ducciones extranjeras de altísima calidad y el número de privilegiados que se benefician pone en evidencia una rentabilidad social de la oferta gerundense extremadamente baja. Sería importante, pues, corregir la anomalía.
Lo pensaba después de ver, como si se tratara de una conferencia, la mencionada introducción, resuelta con una eficacia y sobriedad exquisitas por el actor Filip Jordens. El texto hablaba del ensayo de Jonathan Littell, Lo seco y lo húmedo, y de la novela del mismo autor, Las benévolas, premio Goncourt 2006. El protagonista de esta obra monumental se llama Max Aue, oficial de las SS de una crueldad sin medida, responsable de matanzas hórridas en la segunda Guerra Europea. Littell encontró en el relato La campaña de Rusia del fascista belga Léon Degrelle –refugiado en España de 1945 a 1994–, que las opiniones de este autor son las que podía tener en Las benévolas el criminal Aue.
El hecho es que los asistentes a la conferencia de Jordens pudi- mos escuchar las declaraciones xenófobas de Degrelle y sus delirantes exaltaciones raciales de los combatientes alemanes, pulcros, organizados, orgullosos, enfrentadas al desprecio salvaje del enemigo ruso, al cual se denigra hasta considerarlo un rebaño caótico e inhumano. Repulsivo, estrictamente animal. La derrota alemana habría propiciado, evidentemente, una radicalidad vengativa del fascista belga. Sin embargo, ¿qué vigencia pueden tener las ideas monstruosas de Degrelle o del indeseable de la gran novela de Littell? ¿Cuántos de los alemanes islamófobos que se manifiestan en Dresde contra la llegada masiva de refugiados no suscribirían los mismos odios fascistas?
La Comisión Europea ha destinado 200.000 euros a The Littell Project, inversión que evidencia dos cosas: la preocupación ante una eventual aparición de salvadores espantados por unas posibles próximas crisis demográficas y la certeza de que Cassiers tratará con rigor, solvencia y una insobornable conciencia democrática la obra magna –cuatro horas de duración– de la que Temporada Alta ha querido ofrecer un muy bien elaborado avance.