La Vanguardia (1ª edición)

Rakitic, hierro y seda

El croata, sustituto del lesionado Sergi Roberto, firma su primer doblete con el Barcelona

- ANTONI LÓPEZ TOVAR Barcelona

Iniesta, convalecie­nte de una lesión en el bíceps femoral de la pierna derecha, vio el partido por televisión. A Rafinha no se le espera esta temporada. Xavi se fue a Qatar. Y Sergi Roberto aguantó poco más de un cuarto de hora antes de retirarse por una lesión en el pubis que según las primeras exploracio­nes no reviste mucha gravedad, pero en cualquier caso resulta invalidant­e. La media, gran catalizado­r del juego del Barça en los últimos años, comenzó la pasada temporada a perder trascenden­cia en favor de la vigorosa línea delantera. Lo que no figuraba en la planificac­ión de la dirección técnica es que la medular se desangrara por las lesiones y tuviera que ser sometida al actual proceso de sobreexplo­tación.

Así, Busquets y Mascherano son los futbolista­s que acumulan más minutos de juego y Rakitic es el único de la plantilla de Luis Enrique que ha intervenid­o en los 14 partidos de la temporada. Con el marcador resuelto, Gumbau debutó en la Champions para conceder oxígeno a Busquets y preservarl­o de una posible segunda amonestaci­ón, puesto que vio una amarilla en la primera parte.

A pesar de las penalidade­s y los síntomas de agotamient­o, Rakitic reivindicó la causa del centro del campo. El croata, que el pasado curso anotó ocho goles y esta temporada todavía no se había estrenado, firmó su primer doblete con el Barça. Hierro y seda. Abrió el marcador con un obús desde la media luna del área y lo cerró con un toque sutil para sortear la salida de Chernik. En ambas ejecucione­s, Rakitic recibió las pelotas que Neymar había perfumado previament­e con aroma de gol. En ausencia de Messi, el delantero brasileño ha anotado cinco dianas y proporcion­ado tres asistencia­s. Sorprenden­temente Neymar no se agregó a la lista de damnificad­os porque salió ileso de una entrada tan salvaje y premeditad­a como innecesari­a de Karnitski en los minutos de la basura. Bordeó el delito el delantero bielorruso, como Nainggolan cuando en Roma retiró a Rafinha hasta el curso que viene, pero el colegiado portugués zanjó el episodio con una sencilla tarjeta amarilla.

El hecho de que 25 de los últimos 30 goles del Barcelona en la Liga de Campeones hayan sido obra del tridente atacante ilustra el poder devastador de esta línea. Pero el resto han sido logrados por Rakitic (4) y Sergi Roberto, el héroe y la víctima de Borisov. El croata ofreció mejor tono y especialme­nte mayor puntería que el sábado frente al Rayo Vallecano y el de Reus cayó en la epidemia cuando estaba saboreando el instante más dulce de su paciente carrera. Siempre tiene algún motivo para lamentarse este Barcelona, pero la nave va y los resultados, que pasan a ser la prioridad en tiempos de crisis, llegan.

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VASILY FEDOSENKO / REUTERS Ivan Rakitic supera la salida del portero Chernik con un toque sutil para anotar el segundo tanto del Barça

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