BBVA y CaixaBank hablan ya de fusiones en el mercado español
Las operaciones de consolidación arrancarán después de las elecciones generales
Las entidades financieras empiezan a recoger el guante del Banco de España respecto a las fusiones. Ayer, los directivos de entidades como BBVA y CaixaBank hablaron abiertamente de que hay margen para nuevas fusiones en el mercado español, pese a que las cinco grandes entidades financieras han pasado de una cuota de mercado del 40% al 60%, tras la reestructuración del sector.
En concreto, la directora de BBVA para España y Portugal, Cristina de Parias, reconoció que la presión sobre la rentabilidad bancaria va a exigir “más concentración doméstica e internacional” en el sector. De Parias incidió en que la banca encara la rentabilidad y la eficacia como claves para competir en un entorno de bajos tipos de interés y ante las exigencias regulatorias. “Tener escala es muy relevante y es una ventaja competitiva importante”, sentenció.
En la misma línea se manifestó el director general de CaixaBank, Juan Alcaraz, que destacó que la entidad catalana está atenta a posible operaciones orgánicas e inórganicas (compras) en España para ganar cuota de mercado en determinadas comunidades autónomas. “Tenemos zonas en las que nuestra penetración no es la que queremos y tenemos recorrido por delante”, defendió Alcaraz. En su opinión, “en esas zonas intentamos captar clientes, pero si hubiese un proceso de consolidación estaríamos atentos al mismo”. En comunidades autónomas como Extremadura o Asturias, la penetración de CaixaBank se encuentra en el 8,8%.
El directivo explicó que la compra de entidades como Caixa de Girona, Bankpime, Banca Cívica, Banco de Valencia y Barclays España les ha permitido mejorar la rentabilidad y la efi- ciencia, pese al cierre de unas 2.000 oficinas, pero manteniendo la base de unas 5.000 sucursales que la entidad financiera tenía antes de la crisis. En este contexto, detalló que la clave está en la “venta cruzada de productos”, tanto a través de las oficinas, como de la banca digital y telefónica. En su opinión, “en 18 meses el margen se duplica en una oficina integrada frente a una no integrada” en las que se comercializan productos de forma cruzada.
Ante “la evidente recuperación económica”, CaixaBank ha apostado por el crédito al consumo y también por aumentar la comercialización de productos de protección, como los seguros. Se trata, explico Alcaraz, de “cubrir todas las necesidades del cliente, con la venta de seguros de vida, una rama que aporta gran parte de los beneficios en las comisiones del banco”.
El consejero delegado del Banco Sabadell, Jaime Guardiola, no fue tan explícito a la hora de hablar de las fusiones, pero también incidió en que el banco ha multiplicado por 2,5 el tamaño de su balance o por tres el número de clientes , tras las diversas adquisiciones llevadas a cabo en España en la última reestructuración sectorial. Admitió que ahora el Sabadell está integrando el británico TSB, pero con toda probabilidad si surgieran oportunidades en Es- paña las miraría, como ha hecho siempre. Lo que está claro es que el baile de compras en el sector financiero en España no se iniciará hasta después de las elecciones generales de diciembre. De ahí que Francisco Uría, socio del sector financiero de KPMG, instó a que se estudien no sólo las operaciones domésticas, sino también las transfronterizas.
En este contexto de una segunda ola de fusiones para ganar tamaño, los grandes retos de la banca son, estos momentos, la rentabilidad y cómo fidelizar al cliente a través de banca on line y telefónica. La mayor parte de los bancos apuntan que el cliente exige tener un gestor personal que le resuelva todas sus dudas financieras a cualquier hora del día.
Para Matías Rodríguez Inciarte, vicepresidente y consejero ejecutivo de Banco Santander, uno de los retos a los que tiene que hacer frente el sector “es fidelizar a los clientes, pero con una estructura de costes que ayude a mejorar la rentabilidad, que se ha visto afectada por la crisis, los bajos tipos de interés y las presiones regulatorias”. En esta misma línea se manifestó el consejero delegado del banco Popular, Francisco Gómez, que defendió que la rentabilidad ha estado muy condicionada por el exceso de una “hiperregulación”.
Para el director general del Banco de Pagos Internacionales (BPI), Jaime Caruana, “la rentabilidad que tenían las entidades antes de la crisis será difícil que se vuelva a conseguir.
Por otro lado, además de los ratios de solvencia que les exigirá el BCE en el 2016, a partir del año que viene tendrán que cumplir con las ratios de resolución que llegarán de Bruselas a través del Mecanismo Único de Resolución (MUR). Para ello ya se ha creado en el Banco de España una unidad independiente que, con el FROB, será el organismo nacional encargado de implantar lo que imponga la autoridad europea.
Los actuales retos de la banca son la rentabilidad y fidelizar a los clientes en medios digitales