La Vanguardia (1ª edición)

Un barrio a la contra

Kadiköy, en la parte asiática de Estambul, es un fortín de la oposición laica

- RICARDO GINÉS ECHEVERRÍA Estambul. Correspons­al

Harif Ecevit es un votante convencido del AKP, tanto es así que lo llama “AK Parti”: el partido blanco, puro, incorrupto.

“No es cierto que haya una dictadura hoy en Turquía. La hubo antes y era una militar, y Erdogan la derribó”, asevera este empleado de restaurant­e. “El AKP ha impulsado el país hacia una democracia normalizad­a, a las libertades, a la UE. Y también voto por la economía. Porque, en definitiva, en todos los asuntos el AKP es el número uno”.

Ecevit lo tiene claro. Y, sin embargo, aquí es un votante atípico. O lo era hasta ayer. Porque estamos en Kadiköy, un barrio de la parte asiática de Estambul y un fortín del principal partido de la oposición, el Republican­o del Pueblo (CHP), socialdemó­crata y laico. Aquí cosechó un rotundo éxito hace cuatro meses: un 58,44% de los votos por un 18,33% del AKP.

Una voz más común es la de Yusuf Demir, conductor de camiones retirado: “He votado al HDP para que las armas queden silenciada­s. Los que quieren la guerra son los que están intentando imponer la dictadura”.

Al llegar en barco al muelle, una de las primeras cosas que se ven es un enorme estatua de Atatürk, fundador de la Turquía laica y moderna. Las calles del popular distrito están llenas de bares, tiendas de moda y anticuario­s. Abundan los grafitis –muchos en inglés– y las imágenes de Baris Manco, un cantautor célebre de anadolu rock (rock lisérgico mezclado con folklore anatolio).

“Sin duda, no he votado al AKP. Llevan trece años en el poder. Y no hay libertad de prensa y la vida está muy cara. La fruta más barata está a tres liras (un euro). El sueldo de la gente ha bajado, mucho. Si no se hace nada ahora, la situación irá todavía a peor”, se explaya una economista que desea permanecer en el anonimato.

Y la situación ha ido ya mal. Ayer, debido a la grave crisis social, había un total de 385.000 policías y gendarmes vigilando el transcurso de las elecciones –sobre todo en el sureste del país–, pero aquí todo está en calma a primera hora de la mañana.

“Turquía está acostumbra­da a acontecimi­entos interesant­es. Pero todo esto ya es demasiado, nosotros también estamos sorprendid­os”. Zeynep Vicarini, una joven event manager, finalmente ha votado –se decidió en el último minuto, cuando se acercaba a la puerta del colegio electoral– y lo ha hecho por el CHP.

 ?? KEREM UZEL / BLOOMBERG ?? Publicidad de bikinis en el barrio de Besiktas, en Estambul
KEREM UZEL / BLOOMBERG Publicidad de bikinis en el barrio de Besiktas, en Estambul

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain