El heredero de Brummell
Hugo Jacomet, referencia mundial de la elegancia masculina, asegura que vuelven los dandis
Hugo Jacomet se ha convertido en el gran prescriptor de la elegancia masculina a través de su blog Parisian gentleman.
Barcelona
Con el lenguaje mordaz y esa insólita capacidad suya para hablar con propiedad ya sea de cine, literatura, habilidades estilísticas… o hasta de conceptos macro y microeconómicos, Hugo Jacomet se ha convertido en el defensor a capa y espada de la elegancia a través de su blog de referencia Parisian Gentleman. Y mediante ese soporte digital, sus foros, sus conferencias y sus libros ha hecho de su estilo la referencia mejor acreditada a nivel mundial.
Ahora este francés de 52 años y blanquísima melena (perfectamente despeinada a lo príncipe valiente) que marca tendencia desde Atlanta, está en plena gira mundial de su entrega más cuidada. Se trata del libro de noble edición The Paris Gentleman. No es un libro más, para Jacomet tiene un valor añadido porque lo considera un paso definitivo en su cruzada para advertir e imponer la nueva revolución estilística…
“Estamos de enhorabuena y en plena mutación. ¡Se acabó la larga travesía del desierto que vivimos desde finales de los cincuenta, cuando el prêt-à-porter de masa arrasó para delegar casi cincuenta años de la elegancia masculina al rango de actividad en teoría superficial para algunos caballeros ociosos y originales! Por fin comienza un periodo apasionante de intensa creación y de redescubrimiento del
tailoring, de la sastrería de talleres artesanales y tradicionales”, expli-
Dice que se ha superado el desierto estilístico tras el caos de los 70, el desastre de los 80 y la frialdad de los 90 y 2000
ca. Se vuelve, pues, a los orígenes. Lo proclamó el pasado martes en el Círculo Ecuestre de Barcelona (y luego en Madrid y Nueva York) ante una comitiva que, como él, nunca ha sido infiel a la elegancia. Invitado por Lluís Sans, de Santa Eulalia (donde el libro de Jacomet se vende a 60 euros), este influencer que está de rabiosa actualidad por sus gustos tradicionales se explayó en su discurso para convencer de la necesidad de este retorno al dandismo.
Con su vasta experiencia en las redes y su dedicación a jornada completa a cuanto acontece entorno el estilo masculino, lo que supone conocer al detalle los mejores talleres de sastrería y sus procedimientos sobre todo franceses, dice estar en condiciones de asegurar que es tendencia interesarse por los productos de calidad fabricados de modo más tradicional, los realmente exclusivos no por su alto precio (que suele acompañar) sino más bien por su excelente calidad. En otras palabras, que vuelve el bp ,o
bespoke (confección a medida). Desde hace unos años a esta parte el interés es “aspiracional”, pero ahora comienza a ser realmente “viral” y, aunque pueda parecerlo, no es del todo inaccesible.
“Es muy fácil, en lugar de pensar en comprar moda para tirar, hay que comprar calidad para guardar… en eso consiste amar el bp, en tener la cultura suficiente para saber escoger lo que vale y lo que no. Lo que merece ser llevado porque al final lo que vistes es una tarjeta de presentación como pocas”.
¿El por qué de esta vuelta? Explica Jacomet que “tras el descontrol de los setenta, del que sólo se salva la aportación de Tommy Nutter, el enfant terrible de Savile Row, en el terreno de la elegancia masculina llegó el desastre en mayúsculas de los 80, con cortes demasiado anchos, y la frialdad de los noventa y 2000, con sus líneas anoréxicas . Pero el estilo está de regreso”. Y pasa porque los jóvenes de ahora están hartos del desinterés que ha imperado en el guardarropa de sus padres, dice. “Todos es cíclico y, créanme, es el momento del nuevo gentleman, con una educación sartorial muy superior a la que se ha tenido nunca antes”. A ello contribuyen las redes que permiten que todos se expresen, que cualquier hombre encuentre la verdadera elegancia (la información sobra) librándose de los dictados de las marcas y elaborando un fondo de armario personalizado.
Para Jacomet lo que no hay que perder nunca de vista es la comodidad, principal garante de la elegancia, y hay que aprovechar este momento cargado de creatividad y, claro, también de excesos. Para él las casas top son Corthay o Cifonelli. Y también Cesare Attolini, Brioni, Kiton o para los más audaces, Tom Ford. También habla excelencias de su amigo Norman Vilalta, el zapatero bespoke argentino afincado en Barcelona al que le tiene un apego singular. No es de extrañar, Jacomet no lo esconde: aunque es el icono de la elegancia del momento, proviene de una familia sencilla. Demuestra así que el estilo no tiene relación directa con la cuna sino con la educación. Su padre era botero, como Vilalta, y su madre una excelente modista, de allí viene su interés y particular conocimiento de la moda y la confección artesana.