Colau veta la apertura de tiendas los domingos de verano
Los comerciantes de las zonas turísticas se muestran indignados por la prohibición
Las tiendas de las zonas turísticas de Barcelona, que podían abrir diez domingos de verano (aunque con horarios limitados), ya no podrán hacerlo, según la propuesta que hoy presentará el equipo de Ada Colau a los comerciantes.
Quienes abogan por una mayor liberalización de horarios comerciales en Barcelona se llevaron ayer por la tarde un nuevo disgusto. El gobierno municipal que preside Ada Colau acudirá al encuentro que hoy mantendrá con las asociaciones de comerciantes de la ciudad con una propuesta bajo el brazo que, de encontrar la mayoría política suficiente en el pleno para que sea aprobada –cosa que no resultará nada fácil–, supondrá un paso atrás en la línea marcada en los dos años anteriores. Este vera- no, los comerciantes de las zonas turísticas de la ciudad, que en el 2014 y el 2015 pudieron abrir sus tiendas los domingos de julio, agosto y la primera quincena de septiembre, no podrán subir persianas para vender sus productos a los barceloneses y a los centenares de miles de turistas que visitan la capital catalana.
El Ayuntamiento comunicó esta propuestasorpresa comerciantes,y malestarayer que por ya dela eranlos tarde propiosen para general conocedores de la iniciativa pero que esperaban, atendiendo a la petición del propio Consistorio de no filtrar esa información, a que esta se hiciera pública en la reunión de hoy. A cambio de la eliminación de la apertura veraniega – un total de diez domingos–, el gobierno Colau permitirá que los comercios de las zonas turísticas delimitadas –las mismas que en los dos años anteriores– puedan abrir otros cuatro domingos, dos en el mes de mayo y otros dos en octubre. En total una reducción del 60%. En esos días con licencia para abrir el horario comercial será el mismo que no gustaba prácticamente a ningún empresario del sector, ni a los partidarios de una mayor liberalización ni a muchos de los que siguen creyendo en las restricciones: de diez de la mañana a seis de la tarde.
Según el Ayuntamiento, esta propuesta “surge del análisis de datos e informes de los últimos meses y del trabajo conjunto con las organizaciones del sector, y busca el máximo consenso para garantizar la estabilidad del calendario comercial de la ciudad”. Estos datos, explica el gobierno de la ciudad, revelan que sólo el 16% de los comercios que podían hacerlo abrieron los domingos del año pasado. Asimismo, apunta claramente que al equipo de Ada Colau no le importa que los turistas que llenan Barcelona durante julio y agosto no puedan encontrar comercios abiertos en los días festi-
El Ayuntamiento presentó su fórmula antes de reunirse hoy con los comerciantes Sólo establecimientos de las zonas turísticas delimitadas podrán abrir estos cuatro días
vos. “El público que más se ha activado hacia la compra es el turismo”, sentencia en la nota.
El Ayuntamiento había convocado un proceso participativo on line abierto a toda la ciudadanía para que se pronunciara sobre esta cuestión. Hoy se presentarán los resultados de esa consulta, que, por el formato elegido, mereció desde el primer día las críticas de varias asociaciones. A tenor del avance hecho público ayer no puede afirmarse que esa participación fuera precisamente multitu- dinaria: se recibieron 1.,913 aportaciones, 1.453 de vecinos a título individual y 370 de asociaciones comerciales, gremios, sindicatos, asociaciones vecinales o de consumidores. Lo apuntaba anoche a concejal socialista Montserrat Ballarín al afirmar que “un proceso participativo en que sólo participa el 0,5% de los barceloneses, es un fracaso absoluto del que no se puede extraer ninguna conclusión”.
Incluso partidarios de reducir el número de jornadas laborales rechazan cerrar a las 6 En una ciudad de 1,6 millones de habitantes sólo se registran 1.913 aportaciones
El propio Ayuntamiento da a entender en su comunicado que su propuesta dista mucho de ser una fórmula de consenso. Según sus encuestas, seis de cada diez comerciantes declaran estar poco o nada de acuerdo con la apertura, mientras que tres afirman estar muy o bastante de acuerdo. Aun así, admite que desde el 2001 al 2015 se constata un leve y progresivo aumento del acuerdo de los vecinos y los comerciantes con la apertura (en Ciutat Vella el 68% la consideran positiva). También se afirma que las posiciones están “polarizadas” y, por lo que respecta sólo a “los barceloneses” (sin contar comerciantes) cinco de cada diez verían con buenos ojos abrir Esta “todos propuestalos domingosdel gobierno“. de BComú llega en un momento en el que las relaciones entre el sector comercial y el Ayuntamiento son, en el mejor de los casos, tensas. La inacción municipal ante el fenómeno del top manta, que en las últimas semanas está viviendo una clara reactivación, es una de las pocas cosas que unen a todas las asociaciones de comerciantes. Algunas fuentes consultadas por La Vanguardia consideran que esta propuesta de horarios comerciales iría en la línea de contentar a los sectores más tradicionales para evitar que esa tensión por la cuestión de los manteros acabe rompiendo la cuerda.
El presidente del asociación Barcelona Oberta,Gabriel Jené, se mostró decepcionado por la propuesta municipal. “Con este calendario estamos perdiendo el pulso de convertirnos en una ciudad de compras internacional”, se lamentó ayer tras mostrar su sorpresa e indignación porque se divulgó la propuesta a la prensa antes de que el concejal de Comerç, Agustí Colom, la presentara hoy a todos los comerciantes. Consideró que es una propuesta “ideológica” del gobierno que no tiene en cuenta las necesidades del sector y difícilmente encontrará consenso, ya que las posiciones están muy polarizadas. Además, volvió a se- ñalar que el horario de apertura de 10 a 6 de la tarde es “demencial” para los comerciantes.
El más satisfecho por la propuesta, aunque también se sorprendió ante el anuncio, es el responsable de la Fundació Barcelona Comerç, Vicenç Gasca. Para esta patronal de comerciantes de la ciudad, es una buena noticia la reducción de los días de apertura, Gasca recordó ayer que ellos siem- pre habían apostado por no incrementar más el número de jornadas, y aseguró que mantener el horario de 10 a 6 es una buena medida para que los turistas que están de paso en la ciudad puedan hacer sus compras y no se desplace la demanda interna. Con todo, se mostró cauto ante la dificultad de conseguir apoyos políticos y señaló que la propuesta debe pasar por el pleno. En este sentido, recordó
que al anterior gobierno de CiU le tumbaron la primera iniciativa sobre horarios comerciales por no contar con suficientes apoyos.
Para el presidente de Pimec Comerc, Alejandro Goñi, la reducción de días es positiva, pero el horario no es bueno para el comercio de la ciudad. “¿Qué debe hacer el comerciante a las seis, echar a los compradores? ¿Enviarán a la Guardia Urbana para sacarlos de la tienda?”, se pregunta Goñi. En su opinión este horario es incoherente, sobre todo cuando “el top
manta está hasta las diez de la noche en la calle y a nosotros nos obligan a cerrar a las seis”. También lamenta que la posibilidad de abrir en los días permitidos no se aplique a todas las tiendas de la ciudad, a pesar de que el Ayuntamiento proclama que quiere llevar el turismo a otros distritos.