La Vanguardia (1ª edición)

¿Y nosotros qué?

- Pilar Rahola

Dónde está el soberanism­o en la sopa que se está cociendo en la cocina española? La pregunta no es gratuita, aunque habrá muchos que la respondan en los términos previsible­s: “No tenemos nada que hacer allí”, “nosotros ya hemos desconecta­do”, “es igual quien gobierne el Estado”...

Entiendo estas respuestas, porque es cierto que el proceso catalán, a pesar de las heridas sufridas por la batalla de la presidenci­a, es consistent­e, se fundamenta en el mandato democrátic­o y se debe forjar en los próximos meses. Pero sin negar estos axiomas, también es cierto que tiene que culminar en un referéndum al pueblo de Catalunya para que ratifique la decisión final. Es decir, vamos por un camino y en una dirección precisos, pero al mismo tiempo nada puede culminar sin que lo ratifique la ciudadanía. Si ello es así, también es evidente que harán falta mucha política y mucha inteligenc­ia estratégic­a para hacer bien las cosas, y que, tanto si nos quedamos en España como si nos vamos, tendremos que hablar con las fuerzas políticas del Estado y con el Ejecutivo español. Ninguna opción buena pasa por la negación del diálogo, y a la vez, todas las opciones buenas pasan por el diálogo.

Además, está el entreacto de estos meses que serán largos y complejos, no en vano tenemos que gestionar la vida pública de siete millones de personas. La pregunta es: ¿cómo los queremos pasar, en el ostracismo más absoluto, aislados de todos y bajo asedio, o abriendo los puentes de diálogo que sean posibles? Si la respuesta es el pasotismo, entonces me pregunto por qué CDC y ERC han ido a Madrid, ya que podrían haber hecho como la CUP y quedarse en casa, heroicos, épicos y prescindib­les. Pero si la respuesta es la de la voluntad de llegar a la soberanía con los menos estragos posibles, entonces hay que empezar a hacer política en Madrid, y cada día que pasa sin que el soberanism­o tenga relato propio es un error añadido. Sinceramen­te, no entiendo la posición de ambos partidos en el gran debate español, porque ahora es el momento de decir algo, tener algún papel y de poner condicione­s. Es evidente que Tardà tenía razón cuando le dijo a Cuní que ERC no puede votar a favor de un presidente que esté en contra de la autodeterm­inación. Y también es lógico que Homs diga lo mismo, pero a partir de aquí duermen la siesta. ¿La abstención no es una opción negociable? ¿El soberanism­o no tiene nada que hablar en estos momentos clave? ¿Y es bueno para el proceso que no tengan ningún papel? Al contrario, y tal como hacen los vascos, creo que tendría que ser un momento de mucha política catalana, con los propios interlocut­ores en la primera línea de fuego. Sobre todo porque el vacío que dejan los soberanist­as lo llenan los de Podemos, convertido­s sorprenden­temente en la voz que negocia el conflicto catalán. No sé, pero diría que el soberanism­o se está equivocand­o mucho.

¿La abstención no es negociable? ¿No tiene nada que hablar el soberanism­o en estos momentos clave?

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain