Argumentos a favor y en contra
Los embriones no son personas. En los primeros días y semanas de desarrollo, los embriones no tienen todavía sistema nervioso. Por lo tanto, no tienen funciones cognitivas como emociones, conciencia o memoria, ni experimentan dolor. Aunque tienen el potencial para desarrollarse y dar lugar a una persona, no son equiparables a un ser humano ya desarrollado. Por lo tanto, es legítimo utilizar embriones para investigaciones biomédicas destinadas a aliviar el sufrimiento en seres humanos. Avances médicos. La técnica CRISPR permite modificar el ADN de una manera sencilla, rápida y barata. Es una herramienta de investigación con un gran potencial a la que sería absurdo renunciar. Investigación sí, reproducción no. Aunque no se considere aceptable modificar el ADN de embriones humanos destinados a lograr una gestación y un nacimiento, esto no implica que no se puedan modificar embriones que se utilizarán para la investigación y después serán destruidos. Debate y regulación. Un debate sereno y plural, impulsado por la comunidad científica pero en el que participen representantes de otros colectivos, facilitará la aprobación de normas claras que garanticen un uso correcto de la modificación genética de embriones. Los embriones son personas. Desde los sectores que consideran que la vida humana empieza en el momento de la concepción, como los sectores vinculados a la doctrina de la Iglesia católica, un embrión es una persona de pleno derecho y su vida es tan importante como la de cualquier otra persona. Por lo tanto, no es legítimo hacer investigaciones que comporten la destrucción de embriones humanos. Esta idea se basa en la creencia de que aquello que define a una persona no es su biología sino su alma, que adquiere en el momento de ser concebida. La técnica es imprecisa y arriesgada. La técnica CRISPR, desarrollada en el 2012, aún es imperfecta. En particular, puede producir mutaciones en regiones del genoma distintas de las que se quieren editar (conocidas como mutaciones off target). Si se modifica el ADN de un embrión, y este se destina a reproducción, las posibles mutaciones se transmitirán a las generaciones siguientes con consecuencias imprevisibles. Usos no médicos. Cuando se resuelvan los problemas técnicos, se podría autorizar la manipulación genética de embriones destinados a la reproducción. La técnica podría utilizarse para evitar enfermedades, pero también para manipular rasgos no patológicos como la belleza, la inteligencia o las capacidades físicas. /