La Llotja de Mar se llena de moda con la pasarela 080
El objetivo de la pasarela es internacionalizar las firmas
La 080 Barcelona Fashion Week arrancó ayer con grandes expectativas de proyección e internacionalización del sector textil catalán, tal como anunció el director de la pasarela, Miquel Rodríguez. Es por eso por lo que a la inauguración acudieron las más altas autoridades de Catalunya: el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont; el conseller de Em- presa i Coneixement, Jordi Baiget, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. En los parlamentos, Baiget habló de cifras: “En Catalunya hay 3.000 empresas dedicadas a la moda y el textil, en las que trabajan 60.000 trabajadores y facturan 15.000 millones de euros”. Colau, por su parte, destacó que “Barcelona es referente de moda y de diseño creativo y un ejemplo son las escuelas de diseño en las que estudian unos 6.000 alumnos”. Y por último, el presidente de la Generalitat agradeció a las firmas y diseñadores porque “habéis mantenido la antorcha de la moda catalana durante los años de crisis” y les animó a “seguir rompiendo moldes y mercados”.
Tras la inauguración oficial, toda la comitiva visitó las diferentes áreas de la 080, instalada en la Casa Llotja de Mar, un edificio histórico pero algo incómodo por su falta de amplitud, lo que obliga a que el backstage (vestuarios, maquillaje, peluquería, etcétera) no esté detrás de la pasarela como es habitual sino repartido en pisos.
Luego llegó el estreno de la pasarela, con el desfile conjunto de Carlotaoms (firma ganadora del premio al diseño emergente en la anterior edición) y de Pau Esteve, que debutaba en la 080. Elisabet Carlota y Elisenda Oms presentaron una colección de look urbano aunque inspirado en la montaña “porque siempre es ropa cómoda” y gracias al premio “ya tenemos NIF, porque hemos creado una empresa en la que apostamos por el kilómetro cero”. Esteve ha regresado a Barcelona tras 4 años en Berlín, donde sus diseños oversize con gomas para que se adapten a tallas más pequeñas eran muy solicitados en los mercadillos alternativos de la ciudad alemana.En la fila de autoridades sólo se quedó la alcaldesa Ada Colau, que explicó que “ha sido mi primer desfile”. A la pregunta de si le gustó, respondió: “Sí, pero me hubiera gustado ver diversidad de tallas”.
Tras estos dos emergentes desfiló Celia Vela, ganadora de la mejor colección del pasado verano. La de esta edición arranca en negro y va subiendo de color y de femineidad con patas de gallo, punto, terciopelo y tweed. A destacar las espectaculares joyas de Miranda Konstantinidou.
La primera jornada la cerró la firma TCN con su colección para el próximo otoño-invierno: “Utilizo los códigos de siempre pero que cada mujer puede reinterpretarlos a su manera”, explica Totón Comella. “Esta vez apuesto por
La alcaldesa Ada Colau dijo que era su primer desfile de moda y criticó que no hubiera diversidad de tallas
los cuadros y las rayas y saco a la calle el pijama”. Aunque por poco ella se queda en la calle y no puede acudir a su desfile, pues se olvidó la acreditación y tardó casi una hora en poder entrar.
Antes que ella desfiló Miquel Suay, descendiente de una familia de sastrería de Valencia, aunque él le ha dado la vuelta. “Utilizo los códigos de las prendas deportivas, como grandes cremalleras o acolchados pero aplicados a la sastrería”. Su colección estaba inspirada en el 8: “Nací el 18 del 8 (aunque del 72) y ese número me inspira cosas positivas, cambios y movimiento”, explicó. Como positivo fue para él que el día anterior, en los premios Gaudí, David Verdaguer y Marc Clotet eligieran llevar trajes suyos.