Renzi corteja a África
Intereses económicos y geopolíticos llevan al ‘premier’ italiano a su tercer viaje subsahariano
Africa fue una tentación para la antigua Roma y, más de veinte siglos después, también para la Italia mussoliniana. Esa última etapa de delirio colonial en Libia y Etiopía tuvo un final catastrófico. El actual Gobierno de Matteo Renzi, en unas circunstancias muy diferentes, corteja al continente negro. El premier italiano inició ayer su tercer viaje a países subsaharianos (esta vez a Nigeria, Ghana y Senegal), con una agenda muy atenta a intereses comerciales y geopolíticos.
Renzi insiste siempre en la necesidad, para Italia, de volcarse en África como un objetivo estratégico, fruto de las realidades geográfica, demográfica, política y económica. Antes de partir, en su carta digital a sus correligionarios del Partido Demócrata (PD), el primer ministro explicó de nuevo esas razones. “Si queremos combatir la pobreza, erradicar el terrorismo y afirmar valores compartidos, África es hoy la prioridad”, insistió Renzi. “Creemos que la gran y dramática cuestión de la migración debe ser afrontada con una estrategia integral –añadió el líder italiano–. Necesitamos un esfuerzo diplomático potente y continuo. Pero es crucial también actuar con la cooperación al desarrollo y las inversiones. En este sentido África es decisiva: un continente rico en oportunidades al que nuestros políticos, durante demasiado tiempo, han fingido no ver”.
Participa en la gira de Matteo Renzi una nutrida delegación de empresarios, entre ellos dirigentes de la patronal Confindustria y de gigantes energéticos como Eni y Enel. Desde que se abortó el proyecto del gasoducto South Stream (desde Rusia hasta Europa a través del mar Negro), Italia ha movido sus hilos en busca de alternativas
En Nigeria, Ghana y Senegal, los italianos buscan mercados, materias primas y un voto en la ONU
fiables de suministro. Además del factor económico, el nuevo viaje africano debe servir para recabar apoyos para la candidatura de Italia a ocupar, durante el bienio 20172018, uno de los asientos no permanentes en el Consejo de Seguridad de la ONU, una plataforma de influencia a la que las potencias intermedias nunca renuncian.
Durante su primera escala en Abuja (Nigeria), que coincidió con el fuerte impacto por el nuevo atentado mortífero del grupo islamista Boko Haram, no podía faltar el mensaje contundente de Renzi. “Los terroristas saben muy bien que la comunidad internacional está decidida a destruirlos y los destruiremos, con determinación, porque nuestros valores, nuestras ideas y nuestros ideales son demasiado grandes para ser bloqueados”, dijo Renzi en presencia del anfitrión, el presidente Muhammadu Buhari. Al primer ministro le acompaña en Nigeria el jefe de la policía italiana, Alessandro Pansa, que firmó con su homólogo nigeriano un memorándum que deberá permitir la repatriación de inmigrantes que no pueden regularizar su situación en Italia y combatir las redes de tráfico de seres humanos. Un problema grave lo constituyen las jóvenes mujeres nigerianas que, tras llegar a Italia, son obligadas a prostituirse. En la etapa de Ghana, Renzi visitará el mausoleo de Kwame Nkrumah, héroe nacional y destacada figura africana de la descolonización, y asistirá a la firma de un contrato para una línea férrea. En Senegal, último país del periplo, Matteo Renzi participará en un seminario sobre cooperación y también pronunciará un discurso en la mayor universidad del país.
Si con Escipión y el Duce, a África se llegaba con legiones, ahora se hace con diplomacia y contratos.