Sánchez evita concretar la reforma federal en la oferta de pacto a Podemos y C’s
El líder del PSOE busca el mayor respaldo para ir a su investidura a fin de mes
El programa de gobierno que Pedro Sánchez hizo llegar ayer a los partidos con los que desea llegar a un acuerdo se basa en medidas sociales y económicas que puedan ser asumibles por Podemos y Ciudadanos. En cambio, en el documento se plantea la reforma constitucional para avanzar hacia un Estado federal sin entrar en demasiados detalles.
El líder del PSOE centra su propuesta en un plan de choque social para buscar el mayor respaldo y no incluye el referéndum en Catalunya
PROGRAMA DE GOBIERNO “Hay mucho espacio común para poder entendernos”, dice el aspirante a la Moncloa
PRIORIDADES La reforma elude entrar en detalles sobre el encaje de Catalunya
MANO TENDID A AIZQUIERDA... Un ingreso mínimo vital y paralizar los desahucios en caso de insolvencia justificada . . . Y A DERECHA Estabilidad de las cuentas y negociar una nueva senda de reducción del déficit
“Mi obligación como candidato a la presidencia del Gobierno es intentar recabar el mayor número de escaños posibles para esa investidura y para la formación de Gobierno, y por eso es importante dejar a un lado los vetos y empezar a hablar de las cosas que nos unen, que son muchas”, aseguró ayer Pedro Sánchez. Y, a continuación, presentó en sociedad un “programa de gobierno”, destilado del programa electoral con el que el PSOE concurrió a las elecciones el pasado 20 de diciembre, que pueda ser perfectamente asumible tanto por Podemos como por Ciudadanos. Y por el PNV, IU, Compromís, Coalición Canaria... “Hay mucho espacio común para poder entendernos”, confió el líder del PSOE, que en una entrevista en RNE reiteró su propósito de presentarse al debate de investidura en el Congreso a finales de mes: “Va- mos a trabajar de manera intensa durante estas dos semanas y esperamos que a finales de febrero podamos ya tener articulado el acuerdo para poder presentar la candidatura a la presidencia del Gobierno, porque necesitamos tener un Gobierno en España ya”. No se quiso comprometer con una fecha concreta, pero sí recordó una efeméride: el próximo 29 de febrero es su cumpleaños.
Sánchez insistió en tender la mano también a Podemos, pese al ultimátum de Pablo Iglesias de no sentarse a negociar nada mientras Albert Rivera siga en su ecuación de gobierno.
El programa que el líder del PSOE pone encima de la mesa ahora tiene, así, abundantes puntos para seducir a Iglesias y que reconsidere su posición: desde la derogación de la reforma laboral, la paralización del calendario de aplicación de la ley Wert y la de- rogación de la prisión permanente revisable y de la reforma del Código Penal sobre el ejercicio del derecho a la huelga, hasta un plan de emergencia social, la aprobación del ingreso mínimo vital para erradicar la pobreza infantil y medidas para avanzar en la lucha contra el sobreendeudamiento y los desahucios, con la paralización de la ejecución hipotecaria en caso de insolvencia justificada no dolosa. Más aún, el programa incluye la aprobación de una auditoría del gasto público de las administraciones, la prohibición del fracking y el cierre de las centrales nucleares al cumplir su vida útil, hasta la recuperación de la universalidad del sistema de salud público, la ley de muerte digna, otra de igualdad de trato y no discriminación y un pacto contra la violencia de género.
El programa de Sánchez también propone una reforma de la Constitución cuyas prioridades y generalidades pueden ser compartidas por Podemos –desde el reconocimiento de nuevos derechos civiles y políticos, y el blindaje de la sanidad como derecho fundamental, a la revisión del sistema electoral o de los aforamientos–, pese a que no entra en su concreción, que deja a una posterior negociación. Y no contempla, claro está, un referéndum para Catalunya más allá del que obligaría esta propia reforma constitucional.
Ninguna de las propuestas de Sánchez chocan, por otro lado, con las de Ciudadanos, sino que son coincidentes, en busca de la cuadratura del círculo. En este sentido, el compromiso programático de Sánchez es garantizar la estabilidad presupuestaria y negociar con Bruselas una nueva senda de reducción del déficit público, que conduzca a España en el 2019 a un déficit en el entorno del 1% del PIB, o la rebaja del
IVA cultural al 10%. Las propuestas del líder del PSOE en materia de regeneración democrática y lucha contra la corrupción también son coincidentes, en muchos casos, con las que defienden Albert Rivera y Pablo Iglesias. Así, desde una nueva ley de partidos políticos en la que la financiación pública se vincule al grado de democracia interna –primarias, limitación de mandatos, paridad–, la despolitización de los órganos constitucionales o el endurecimiento de las incompatibilidades hasta los cinco años para evitar el fenómeno de las puertas giratorias.