Borja Baselga
DTOR. FUNDACIÓN BANCO SANTANDER
Una selección de 160 obras de la colección de arte árabe moderno y contemporáneo de Qatar ha salido por primera vez de su país y desde hoy puede visitarse en la sala de arte del Banco Santander en Boadilla del Monte.
Ferran Barenblit se incorporó a la dirección del Macba el pasado 1 de octubre. Lleva por tanto cuatro meses al frente del museo, y en la mesa de su despacho se encontró con una programación totalmente diseñada y cerrada por el anterior equipo, que encabezaba Bartomeu Marí. La suscribe al 100% y se confiesa “ilusionado” desde la primera hasta la última de las exposiciones programadas para este 2016. Pero ha tenido poco margen para incorporar propuestas propias. Con una única excepción, ya adelantada por La Vanguardia, titulada Punk, sus rastros en el arte contemporáneo, una muestra que él mismo impulsó durante su etapa como director del Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M) y que, en cierto modo, avanza una de las líneas de interés –el impacto, o mejor, los puntos de contacto entre la cultura popular y el arte contemporáneo– que marcarán el rumbo del museo para los próximos años.
“Estamos metidos en un proceso de repensar el Macba”, señaló ayer Barenblit durante la presentación del nuevo programa expositivo. “La celebración de los 20 años del museo es una extraordinaria ocasión para pensar en los próximos 20; en 2035 seguramente ya no seré director pero seguiré viniendo como público”. Es tiempo por tanto de preguntas –¿Qué museo queremos? ¿Cómo sentar las bases de su gober- nabilidad? ¿De qué manera conciliar una programación rigurosa y al mismo tiempo atractiva?– y de algunos cambios. Barenblit aún no ha podido formar equipo y los puestos de conservador jefe y jefe de programas públicos –vacantes desde la salida forzada de Valentín Roma y Paul B. Preciado– ya no dependerán de su libre elección, sino que por primera vez surgirán de un proceso de convocatoria pública, aten- diendo a la nueva normativa impuesta por el Ayuntamiento, administración a la que está adscrito el museo desde el pasado octubre.
En cuanto a la programación propiamente dicha, el director señala que “enlaza la propia historia del Macba con el museo futuro” e insiste en que “todas las exposiciones están pensadas en la audiencia”. “Nuestro objetivo –asegura– son las personas que deben disfrutar de la colección y programación”. Elementos para que así sea hay más que suficientes. Desde la citada exposición sobre el punk, que, comisariada por David G. Torres, llegará en una versión expandida, mayor aporte documental y con una atención especial a la escena local, hasta una retrospectiva dedicada a Antoni Miralda, Madeinusa, que tendrá como comisario a Vicente Todolí y recorrerá todos los proyectos del artista relacionados con su estancia en Estados Unidos.
La primera exposición de esta nueva etapa llegará en marzo, en el Convent dels Àngels –escenario escogido para la rueda de prensa, acaso para simbolizar que el museo abraza la plaza, aunque las obras previstas, actualmente en fase de estudio técnico por parte del Ayuntamiento, deberán esperar al menos hasta el 2017– y tendrá como protagonista al artista venezolano afincado en Barcelona José Antonio Hernández-Díez. El plato fuerte vendrá en forma de coproducción con el MUAC de México y lleva el nombre de la artista norteamericana Andrea Freser, cuya obra se interroga sobre aquello que queremos
El museo saca a concurso público los puestos de conservador jefe y jefe de programas públicos
del arte y disecciona las motivaciones de los agentes que intervienen: artistas, coleccionistas, galeristas, patrones, directores o el público, al tiempo que pone al descubierto los conflictos internos, los mecanismos y las estructuras jerárquicas que rigen el sistema artístico.
El propio Barenblit, con la com- plicidad de Antònia Maria Perelló, ofrecerá su propia mirada a la colección y, avanza, “propondrá una reflexión sobre algunos de vectores que definirán nuestra indagación en el futuro”. El director da algunas pistas: el papel central que tendrá la instalación de Cildo Meireles, En
trevendo, la búsqueda de una narrativa no hegemónica, la importancia de la experiencia del espectador o los puntos de contacto entre las cul- turas populares y el arte contemporáneo. Respecto al convenio entre las colecciones del Macba y La Caixa, suscrito en el 2010 por un periodo inicial de cuatro años, Barenblit admitió que actualmente se está en un proceso de revisión siempre desde la premisa de que las dos colecciones más importantes de Barcelona deben seguir relacionadas.
Bartomeu Marí regresará en septiembre como comisario de Akram
Zaatari, una exposición que toma como punto de partida los archivos de la Arab Image Foundation en Beirut y, en noviembre, cerrará el año Teresa Grandas con una revisión de los años ochenta que, sobre el papel, aparece como otro de los grandes reclamos de la temporada.
El presupuesto ascenderá a 10,4 millones de euros, 200.000 menos que en el 2015, pese a que el Ministerio de Cultura ha aumentado su partida en 50.000 euros, hasta situarla en 1.040.000 euros. El Ayuntamiento sigue protagonizando la principal aportación, con 4,3 millones, mientras que la Generalitat ingresa 3 millones. En concepto de ingresos propios están presupuestados 2,3 millones de euros.