Junqueras desplegará la nueva Agència Tributària
Economia acepta renegociar el pago de la deuda, pero no dejar de pagar
La Generalitat reforzará las competencias y la estructura de la Agència Tributària de Catalunya, un paso más en la construcción de la futura Hacienda de la república catalana, señaló ayer el vicepresident y conseller de Economia en su comparecencia en el Parlament. El Govern quiere que el ente recaude y gestione todo el cobro de las deudas a la Administración –los cobros ejecutivos, como multas o impagos–, algo que ahora está cedido al Estado, y que asuma la recaudación de impuestos que ejercen los registradores de la propiedad, como el de sucesiones o de transmisiones patrimoniales.
La recaudación directa de estos tributos ahorraría a la Generalitat más de 30 millones de euros, según Junqueras. Pero además serviría como banco de pruebas para la futura Hacienda. “Sería una especie de ensayo”, aclaran desde Junts pel Sí, igual que pretenden hacer con el cobro del IRPF de los trabajadores de las cuatro diputaciones, un proceso que está generando inquietud entre los funcionarios del organismo en Barcelona –véase La Vanguardia del sábado–.
El conseller prevé desplegar las nuevas funciones de la Agència Tributària con la aprobación de un decreto de reforma de la estructura de la entidad, que permita “redimensionarla” para absorber una mayor carga de trabajo. Además, Economia quiere aumentar el número de oficinas, pasando de las 53 actuales a 140 en los próximos meses, siguiendo con el plan presentado en el 2014. En todo este proceso, se apoyaría en las diputaciones y los ayuntamientos, señaló el conseller.
La comisión de Economia i Hisenda donde ayer compareció el vicepresident acogerá la ponencia que Junts pel Sí y la CUP quieren crear para redactar la ley de Administración Tributaria –la mesa del Parlament aprobará la creación de las tres ponencias de la desconexión hoy–. Junqueras apuntó algunos de los elementos que esta futura Hacienda catalana incorporaría, como un consejo fiscal. También reafirmó su intención de reconvertir el Institu Català de Finances en un Banco público catalán.
Menos explícito fue sobre sus planes para los presupuestos del 2016. El Govern necesita el apoyo de la CUP para aprobar las cuentas y aplicar el plan de choque social –de 270 millones de euros– comprometido con los anticapitalistas en la resolución rupturista del 9-N.
Fuentes de Junts pel Sí señalan que los nuevos presupuestos no estarán listos hasta mayo o junio, si todo va bien. La CUP, en todo caso, ya advirtió ayer a Jun- queras algunas de sus demandas para apoyar las cuentas del 2016. La diputada Eulàlia Reguant pidió al conseller una auditoría ciudadana de la deuda, para decidir “qué parte es legítima y qué no, y qué se quiere pagar antes”, en la línea de lo expresado por Anna Gabriel en LaVanguardia.com. La CUP quiere que la Generalitat deje de pagar una parte de la deuda, algo que ayer descartaban desde la conselleria que dirige Junqueras. “Renegociaremos el pago de los intereses, podemos pactar un nuevo calendario, pero no pagar la deuda ni entra en nuestros planes ni tiene sentido”, insistían.
En los próximos días Junts pel Sí y la CUP iniciarán un grupo de trabajo sobre la renegociación de esta deuda que ahoga las finanzas de la Generalitat. Así, Junqueras pidió la colaboración del resto de grupos parlamentarios para revisar la distribución del techo de déficit con el Estado. Aquí el conseller encontró la complicidad de algunos grupos, como Catalunya Sí que es Pot. Su portavoz, Joan Coscubiela, emplazó a Junqueras a formar un frente común con otras comunidades autónomas y reclamar que el Estado no “centrifugue” la deuda hacia las comunidades. En la misma línea se expresó el diputado del PSC, Òscar Ordeig, quien conminó a Junqueras a negociar una mejor financiación con el Gobierno central. Ambos grupos pidieron aumentar la recaudación de la Generalitat mediante el impuestos de sucesiones, entre otros tributos. Algo que Junqueras descartó. Si se crean nuevos impuestos serán de carácter medioambiental, señaló. La inconcreción de Junqueras con sus planes económicos toparon con el rechazo de Ciutadans y PP, quienes pidieron a Junqueras que el Govern “asuma su responsabilidad” sobre el estado de las finanzas de Catunya y no culpe de todo a España.
Los grupos de la oposición piden al conseller que negocie una nueva financiación con el Estado